No pues va a estar difícil, ¿verdad? De acuerdo con la Secretaría de Salud, hasta el corte del 26 de febrero 1 millón 625 mil 328 personas han logrado recuperarse del COVID-19. Si bien la mayoría lo ha hecho sin mayores complicaciones, muchos se han quedado con varias secuelas después de librar la enfermedad.
Problemas respiratorios, dolores musculares, fatiga, alteraciones en el gusto y olfato, dolores de cabeza, afectaciones en ojos, riñones, y más, son algunas de las secuelas con las que los pacientes recuperados han lidiado después de haberse convertido en una de las 2 millones 076 mil 882 personas que se han contagiado de coronavirus en México.
Los recuperados de COVID-19 y la temporada de Ozono
Pero si las secuelas no fueran ya suficientes, resulta que hay un enemigo de temporada del cual debemos cuidarnos todos los recuperados de COVID-19. Sí, nos referimos a la llamada ‘temporada de ozono’, la cual comenzó este mes de febrero y misma que durará hasta el mes de junio. Pero, ¿por qué debemos cuidarnos de ella?
La temporada de ozono es el periodo del año en el que la concentración de ozono alcanza los niveles más altos y además supera con mayor frecuencia los valores limites. En otras palabras es cuando la CDMX y otras entidades de México presentan mucha contaminación en el aire gracias a factores como la movilidad, escasez de vientos, poca humedad e intensa radiación solar.
Después de la enfermedad más susceptibles ante los contaminantes en el aire
Cuando los niveles de ozono son muy altos las autoridades piden a la población no salir ni realizar actividades al aire libre, ya que las partículas contaminantes en el aire pueden afectar el sistema inmune de niños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios. Ahora, si una persona en cuestión ya tuvo COVID-19, el daño del ozono puede ser peor.
Al menos así lo indicó Patricia Segura Medina, investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), quien durante una conferencia de prensa indicó que las personas recuperadas de COVID-19 usualmente quedan con problemas respiratorios que pueden agravarse gracias a las partículas de ozono que abundan durante estos meses.
Se vienen semanas complicadas gracias a la ‘Semana Santa’
Y es que las personas que lograron superar el coronavirus sufrieron una modificación en su sistema inmune que ahora los hace más susceptibles a los agresores ambientales y por ellos sus padecimientos respiratorios pueden agravarse con más facilidad durante la ‘temporada de Ozono’.
Aunque en los últimos días la mortalidad y el número de contagios por COVID-19 han reducido gracias a las vacunas que comienzan a aplicarse, se espera que la ‘Semana Santa’ traiga consigo un repunte de casos por coronavirus y también un aumento de contaminación en el aire por el aumento de la movilidad. ¡Así que tomen sus precauciones!
Para dimensionar: ¿Qué tan grave es el daño pulmonar que deja el COVID?
Con información de: El Universal