Estás revisando las cámaras de seguridad de un hospital y de pronto ves a un perrito que va a visitar a un enfermo… un momento… ¿¡qué!?
Eso fue lo que ocurrió una madrugada en el Mercy Medical Center de Iowa, en donde vigilantes y médicos se percataron que un perro schnauzer miniatura ingresaba al nosocomio, y con una actitud inquieta miraba para todos lados mientras olfateaba en busca de algo.
Al sujetarlo, los doctores encontraron una placa con el nombre del animalito (Sissy) y un teléfono que colgaba de su cuello. Llamaron a ese número y les contestó Dale, un hombre que vive en Cedar Rapids (a unas 15 o 20 calles de distancia) quien al escuchar que su perro había aparecido se sintió tranquilo, pues llevaba horas buscándolo.
Y es que Dale está casado con Nancy Frank, de 64 años, quien fue operada debido al cáncer de útero que padece, y se encuentra internada desde hace un par de semanas en el mismo hospital al que llegó Sissy siguiendo el rastro de su ama, guiado por su instinto y sentido del olfato.
Por cierto, desde hace 11 años, Sissy vive con Frank y Nancy.
Esto comentó Dale sobre la aventura que vivió Sissy para llegar al hospital:
“Ella es mi bebé, y aunque suene gracioso ahora, no era gracioso cuando ella no estaba. Yo estaba muy preocupado. Me alegro de que está bien. Lo único que se me ocurrió fue que Sissy solía ir conmigo a recoger a mi esposa, que trabaja al lado del hospital. Pero nunca hemos caminado por ese camino antes.”
Al final, aunque el reglamento del hospital y las autoridades del mismo le prohibieron a Sissy quedarse con Nancy, sí le permitieron visitarla durante unos minutos en su habitación. Después de este encuentro Sissy se tranquilizó y volvió a casa con Dale.
Este noble gesto de lealtad canina fue tan especial que hasta salió en las noticias:
No cabe duda, para alguien que quiere no hay distancias largas ni imposibles. Ojalá Nancy pronto pueda volver a reunirse con Sissy.
