¿Perro del Infierno? ¿De dónde salió el nombre y por qué? Por acá les vamos a contar la historia del nombre de una variante de COVID-19 que anda rolando y sobre la cual el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) puso un aviso para que la Unión Europea se ponga las pilas.
Aunque claro, no es nomás del otro lado del charco.
Desde inicios de noviembre comenzó a aparecer en México. La variante “Perro del Infierno” ha levantado la mano en la CDMX, Edomex, Nuevo León, Campeche y Tabasco. Pero bueno, ¿qué es lo que se sabe?
Se trata de una subvariante de Ómicron (BQ.1 y su sublinaje BQ.1.1) que es conocida como ‘Perro del Infierno’. Este nombre —como de uno de los monstruos de Stranger Things o los ‘Peces del Infierno’ de Los Simpsons— se lo terminó ganando en las redes sociales que les encanta poner nombres rimbombantes.
‘Perro del Infierno’, la nueva variante de COVID
Pa’ empezar vámonos con el informe del ECDC y un dato importante: de acuerdo con los datos que tiene —que eran aún limitados para la fecha de publicación, que fue el 21 de octubre de 2022—, aún no hay evidencia de que BQ.1 y BQ.1.1 causen una mayor gravedad de la enfermedad.
Ahora bien, ¿qué onda con estas subvariantes? ¿Por qué estamos escuchando cada vez más de ellas? Pues todo fue a partir del reporte del ECDC, cuya estimación anticipó que para mitad de noviembre e inicios de diciembre de este 2022 —y el arranque de 2023— más del 80% de los contagios de COVID iba a ser por ‘Perro del Infierno’.
O sea, BQ.1 y BQ.1.1 podrían ser la causa de los contagios de COVID en Europa.
Y estaba (está) bajo la lupa por su capacidad de propagación. Por ejemplo, el ECDC ha explicado que en menos de un mes los casos ocasionados por ‘Perro del Infierno’ podrían pasar del 50 al 80% —y por ahí hay quienes analizan qué tanto pueden evadir las vacunas.
Se habla también de otra ola —que como en 2021 y 2020— que ya estaría casi casi frente a Europa, en la temporada otoño-invierno y que podría ser “controlada” gracias a la vacunación contra COVID o la protección inmunológica que alcanzó determinada población.
Aunque el ECDC recomendó que con todo y vacunas hay que seguir con la vigilancia epidemiológica y el monitoreo de casos.
Y, ¿el nombre?
Se lo ganó en las redes sociales después de que especialistas comenzaran a hablar de BQ.1. ‘Perro del Infierno’ se refiere al perro guardián del dios del inframundo, Hades –el de la mitología griega.
El perrito en cuestión es un animal de tres cabezas cuya tarea era precisamente cuidar del inframundo o las puertas del infierno. Y pues con esta analogía —las tres cabezas o las subvariantes que se desprenden de la variante Ómicron— así nació oooootro nombre para las variantes del COVID, aunque este no fue acuñado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) ni ninguna otra institución sanitaria internacional. Nada más por el ingenio de la banda en redes sociales.
Cornelius Römer, investigador de la Universidad de Basilea, es uno de los muchos que ha hablado de ‘Perro del Infierno’, explicando que esta variante va a empujar una nueva ola de COVID-19 en Europa y América del Norte a finales de noviembre —aunque aún no hay info oficial sobre cómo impactará ‘Perro del Infierno’.
Hasta el momento, Ómicron —ligada a BQ.1 por la familia— es la única variante de preocupación que actualmente está en circulación, de acuerdo con la OMS.