De no ser por sus mascotas, probablemente en estos momentos Jack Damrill y su familia de Oklahoma, no estarían vivos.
Y es que una noche, cerca de las 2 de la mañana , Jack fue despertado por los intensos ladridos de su perra Dorée, que duerme a lado de su cama. Tan fastidioso le resultó el escándalo que armaba su gigantesca San Bernardo, que la llevó hasta la planta baja de la casa.
Jack regresó a su habitación esperando conciliar el sueño, sin embargo Dorée no se callaba, al contrario, a ella se unió el gato de la familia que también empezó a maullar con mucha intensidad. Todo esto le hizo sospechar a su dueño que algo raro pasaba en casa y se puso a investigar.
¿Qué habrá descubierto? La historia hasta salió en las noticias:
Como vimos, por su heroica acción la buena Dorée se ganará un jugoso bistec. Sólo esperamos que Jack no sea gacho y no olvide de premiar también al gato, que también puso su granito de arena para salvar a su familia.
Y todavía hay quien duda que los animales son unos verdaderos ángeles.
*** Vía Upsocl