Ha pasado más de un año desde la desaparición de 43 estudiantes en la localidad de Ayotzinapa, lo que no sólo desató el enojo de los familiares, sino que gran parte del país se indignó ante las acciones tomadas por el gobierno y la falta de respuesta ante este tipo de violencia.
Aunque el ex-procurador Murillo Karam en su momento dio la versión oficial o “verdad histórica” de los hechos acontecidos el 26 de septiembre 2014, esta ha sido desmentida infinidad de veces por distintos grupos, como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que durante seis meses investigaron el caso y a través de diferentes pruebas dieron a conocer los resultados, que era lo que muchos venían cantando desde hace mucho: la policía municipal junto con el ejército y otras autoridades, fueron quienes atacaron a los normalistas mientras regresaban a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
La GIEI también desmintió la versión del incendio en el basurero de Cocula, donde según Karam “los estudiantes fueron entregados a un grupo del narcotráfico que los calcinó en el basurero de Cocula y luego lanzó las cenizas en bolsas a un río cercano”. También la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, después de un peritaje, aseguraron que los jóvenes no fueron incinerados ahí.
Ahora a estos resultados se suma el del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)), quienes afirmaron que en el basurero de Cocula no se quemó a los estudiantes.
En un estudio divulgado el día de hoy, el EAAF apuntó que en dicho basurero sí habían ocurrido varios incendios en algún momento, pero ninguno de la dimensión para quemar a 43 personas. Así mismo confirmaron que sí encontraron restos de al menos 19 personas, pero que no tienen evidencia de que correspondan a los normalistas de Ayotzinapa. Los resultados de los restos óseos son imprecisos, pues al usar análisis experimentales y no poder verificar que en realidad estos restos provienen del basurero, es difícil asegurar que sean de alguno de los normalistas.
La EAAF se valió del estudio de diferentes elementos del basurero, como restos óseos, plantas, excremento, insectos, rocas, vidrios, casquillos, neumáticos y fotografías satelitales, por las cuales pudieron constatar que no hay registro de un incendio en esa localidad.
Así es como por tercera vez se refuta la verdad histórica del gobierno mexicano, el cual sigue sin esclarecer en su totalidad el caso Ayotzinapa, aún después de encargar otro peritaje después de los resultados de la Comisión Interamericana, algo que por supuesto no ha sucedido.
