¿Qué pasa cuando un hecho es reportado por un ciudadano que no es respaldado por una institución (sea el Estado o las empresas de comunicación)? ¿Y si esto se multiplica por cientos?
Después de las explosiones de Boston era importante tener el mayor conocimiento posible de la escena, es por eso que la policía lanzó una convocatoria para que todos los ciudadanos mandaran todas las fotografías y videos que tenían al respecto. Después de que se reunió una cantidad considerable se pudo reconstruir la escena, también se pudo tener un rostro, después se buscó tener la mejor imagen de ese rostro para luego pasar a la identificación, persecución y captura de los responsables de los estallidos.
Según el Huff Post, la foto que posibilitó lo anterior fue una que tomó David Green de 49 años de Florida. En el momento en el que se suscitó la explosión el señor Green lo primero que atinó a hacer fue tomar una rápida fotografía, después procedió a tratar de ayudar a las víctimas. El lunes postearía la fotografía en Facebook.
Un amigo le informó que el sujeto que salía en su fotografía era el sospechoso que estaban buscando:
«Esto habla del poder de las redes sociales»
«Un amigo me dijo: Mira tu fotografía ¡ése es definitivamente el sujeto!»
El sujeto resultó ser el sospechoso que ya ha sido identificado como Dzhokhar A. Tsarnaev de 19 años. Green se comunicó con el FBI esa misma noche y hablo con varios agentes. Preguntó si estaba bien que publicará la foto en su perfil de Facebook y le dijeron que sí.
Tener todo cubierto por fotografías de los ciudadanos también ayuda, no sólo a capturar o identificar culpables, sino que también ayuda a prevenir a la gente por si la «versión oficial» apunta que el ataque fue hecho por un grupo que el gobierno está interesado en atacar (por ejemplo, por si le imputaban el ataque a un grupo de inmigrantes mexicanos o a un grupo de norcoreanos, o cubanos o lo que sea en que esté en contra EUA hoy en día).
Es interesante observar que todo esto se pudo lograr por medio de las redes sociales, las nuevas tecnologías, pero sobre todo, por la necesidad de registrar y difundir lo que uno está experimentando. Esta necesidad de compartir la experiencia no es más que el ejercicio de un derecho básico, la libertad de expresión, de comunicación, y de información (tanto a ser informado como a informar).
Lisa y los medios libres
En el capítulo número 22 de la temporada 15 de los Simpson (Noticias engañosas), el señor Burns trata de tomar el control de todos los medios de comunicación para poder construirse una buena imagen entre los habitantes de Springfield (¿A alguien le suena esto?).Los compra todos menos uno, una pequeña gaceta que saca Lisa Simpson a través de medios manuales y empieza a construirle un criterio a la población.
Su publicación la hace con la colaboración de Nelson, Bart, Milhouse y Martin, los cuales la van a abandonar a causa de los atentados que Burns hace contras sus personas (Reporteros mexicanos, ¿les suena esto familiar?), bueno, todos la abandonan menos Bart y Ralph (A Ralph más bien lo contrata el Chicago Tribun y Bart… bueno, él sigue con su labor satírica en la publicación).
La pelea entre Burns y Lisa se hace encarnizada (Burns intenta de todo, hasta hace llamar a su liga de la maldad).
Y todo termina cuando Burns lanza un último golpe (Lanza en los medios una nota diciendo que Lisa ama a Milhouse y dibuja en la luna por medio de lazers una silueta de ambos besándose) que hace que Lisa se dé por vencida. Finalmente (¡Sí! ¡Es un spoiler!) Lisa recupera la fe al salir de su casa y ver que cada habitante de Sprinfield tiene su propio periódico.
«— ¿Lo ves Lisa? en lugar de una persona importante que controle todos los medios, ahora hay mil locos fotocopiando sus opiniones sin valor
—Estoy muy orgullosa».
Puede sonar hilarante la idea de que cualquiera difunda sus ideas, pero no lo es. Si a uno lo informa un vecino, uno sabe que lo único que está comprometido es la palabra del vecino, una palabra que no es muy diferente a la mía, es decir, puedo desconfiar de ella (digo, yo me puedo equivocar al asegurar algo), entonces no hay una empresa de comunicación o un anuncio oficial del Estado lo que nos va a decir qué pasó o qué no, sino que el vecino nos dice lo que él cuenta que sucedió y nosotros lo contrastamos con lo que sabemos y lo que otros dicen (no quiere decir que no se pueda hacer esto al contrastar fuentes distintas, digamos, leer la misma nota en la Jornada, El Universal y el Reforma y discernir entre las informaciones).
Además, el que una nota salga o no ya no es la decisión de unos cuantos, sino que se puede tener diferentes tipos de información y uno decide qué le interesa a uno y qué no. También deberíamos poder pensar en una cierta responsabilidad con que lo que se le dice a la gente, ya que la gente conduce su vida a través de sus creencias, influir en ellas es influir también en un aspecto de la vida del otro ¿no debería entonces tener una criterio y una responsabilidad para saber qué digo y qué no (y cómo lo digo)?
Desde las radios comunitarias, hasta publicaciones independientes (pasando por los diferentes Videoblogs, blogs, páginas de Internet y revistas electrónicas), la información abunda y eso nos exige una mayor capacidad de decidir qué leo, escucho, veo y qué no.
Tenemos ya una capacidad de registro enorme (fotografías, videos, que han ayudado tanto a informar qué pasa a los medios, como ayudan a grupos vulnerables a registrar los abusos que sufren, o los actos que se cometen en una guerra, o registrar un asalto, la capacidad de registro tiene un potencial que probablemente se seguirá extendiendo), pero no hay que olvidar que una imagen puede tener mil interpretaciones, las opiniones son también algo importante y también es algo que ya se puede difundir con mucha facilidad (esto sería interesante tenerlo presente en el caso de Boston).
De todas maneras, este tipo de comunicación noticiosa horizontal es algo que se ha empezado a explotar por diferentes medios (un caso sería la reciente creación de un periódico en Boston el cual tiene como base el periodismo ciudadano).
En todo caso, podemos observar que estamos entrando a una nueva era para el periodismo, una que, en su forma, tiene la posibilidad de permitir la formación del criterio de la gente.
@Filosofastrillo