Donald John Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2017 —después de competir por el Partido Republicano y contra la ex primera dama Hillary Clinton—, en unas elecciones igual de polémicas que su gestión como presidente del gabacho.
Aunque igual ya saben algunas cosas de Trump, no está de más recordar la trayectoria del fundador de The Trump Entertainment Resorts —compañía dedicada a la construcción de hoteles y casinos.
Donald Trump
Trump tiene 74 años (nació el 14 de julio de 1946 en Queens, Nueva York).
Antes de entrar a la política fue reconocido como un empresario dedicado a la construcción de hoteles, oficinas, campos de golf y casinos en Las Vegas o Atlantic City —una vez que se hizo cargo de la compañía de bienes raíces de su familia. E incluso fue dueño de los concursos Miss USA y Miss Universo, de 1996 a 2015.
Graduado en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, el empresario aprovechó que no tenía mucho qué ver —aparentemente— con el mundo de la política y se presentó como un personaje cercano a la gente, por sus apariciones en la tele, en un reality show llamado The Apprentice, de la cadena NBC.
En 2015, después de titubear por unos años si se lanzaba como candidato a la Presidencia de Estados Unidos, Trump llegó como el caballo negro al proceso electoral, anunció su candidatura y en 2016 fue elegido por el Partido Republicano como su candidato.
En ese mismo año, el empresario apareció en la lista de las personas más ricas de Estados Unidos, ocupando el número 113 y acumulando una fortuna de más de 4 mil 500 millones de dólares.
Luego, en 2019 la cifra se ajustó a 3 mil 100 millones de dólares.
Elecciones de 2016
Con su experiencia en el sector inmobiliario y un montón de contactos como Jeffrey Epstein —el financiero condenado por el tráfico de menores de edad—, Donald Trump se abrió paso hasta llegar a ser el candidato del Partido Republicano.
En estas elecciones todos lo recordamos por sus declaraciones contra los migrantes centroamericanos y mexicanos, la promesa de levantar un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, su discurso que acentuó la xenofobia en Norteamérica y la famosa y polémica frase Make America Great Again (MAGA).
Además de las promesas, el empresario también se vio envuelto en una denuncia colectiva de mujeres que lo acusaban de abuso sexual. En un caso aparte, la actriz Stormy Daniels emprendió dos demandas en contra del presidente.
¿Qué pasó después? La actriz de la industria pornográfica reveló que tuvo un romance con Trump cuando él ya estaba casado con Melania, luego sus abogados intentaron pagarle para que guardara silencio y al final, el presidente terminó tachándola de “mentirosa”.
Al final, las demandas de Daniels no prosperaron… y claro, la sombra de un supuesto pacto con el gobierno de Rusia para ponerle el pie a Hillary Clinton en las elecciones de 2016, lo siguió.
En la Casa Blanca
Una vez que llegó a la Casa Blanca, Donald armó su equipo de asesores —entre ellos su hija Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner— y lo que predicó en campaña lo llevó a la práctica, con un discurso supuestamente basado contra las fake news, pero que en realidad el propio mandatario las alimentaba.
Durante cuatro años la controversia se hizo presente de manera más notoria, como cuando el presidente logró sacar a Estados Unidos de rollos importantes como el Acuerdo de París, de la OMS (Organización Mundial de la Salud), del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas o del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio.
En cuestiones internas —seguridad, salud y economía—, el presidente aplicó la misma: intentó eliminar planes creados en el gobierno de Barack Obama como el Obamacare o la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, que tiene como objetivo hacer accesibles los servicios de salud a las personas de escasos recursos.
El mandatario también se fue contra el DACA (programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) que beneficia a los llamados “dreamers” y nunca quitó el dedo del renglón para construir un muro en la frontera sur de este país.
Este último punto no se ha concretado pero le ha servido como detonador de la xenofobia, el racismo y la discriminación.
En 2020, precisamente por el racismo y la violencia, surgieron varias manifestaciones contra el asesinato del afroamericano George Floyd, a manos de la policía de Minneapolis.
Además de las protestas contra la violencia policiaca, la pandemia de COVID-19 también ha puesto en jaque su gestión y ya no digamos la investigación sobre el escándalo que se armó debido a una investigación del New York Times, que expuso cómo el presidente ha maniobrado para engañar al sistema fiscal y acrecentar su fortuna.
Algunas propuestas
Básicamente, las promesas de campaña para este 2020 se reciclaron. En cuestión de seguridad, Donald Trump sigue con el plan de la construcción del muro —así como la restricción de la entrada de migrantes indocumentados a Estados Unidos.
Este año, Estados Unidos registró niveles históricos de desempleo —en medio de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de COVID-19.
Hasta este 26 de octubre, este país contabilizó ocho millones 700 mil 53 casos acumulados de coronavirus. Sin embargo, para el mandatario esta compleja situación no representa un gran problema… y ha garantizado la aplicación de la vacuna contra el COVID-19, así como el repunte de la economía.
En cuanto a salud, sigue el mismo discurso: acabar con el Obamacare y sustituirlo por la reducción de los medicamentos. ¿Qué hay de la seguridad interior? No mucho. A pesar de los tiroteos, el presidente ha mantenido y mantendrá su apoyo a la Segunda Enmienda de la Constitución —que permite la portación de armas.
