Este lunes, 30 de septiembre, es un día que quedará marcado en México entero: el penal del Topo Chico, ubicado en Monterrey, Nuevo León, cierra sus puertas para siempre. Después de 76 años de ser una de las páginas más negras —y rojas— de la historia nacional, el centro penitenciario se convertirá en un tremendo parque público.
De acuerdo con las declaraciones del Gobierno de Nuevo León, todo el changarro también tendrá un edificio para el Archivo General del Estado.
Inaugurado en 1943, el penal del Topo Chico se convirtió en un lugar lleno de conflictos: motines, homicidios, heridos y fugas eran el pan de cada día. Con instalaciones deterioradas y sobrepoblación de reos, la famosa cárcel “dejó de ser eficaz, dejó de ser el lugar donde podamos lograr la reinserción de los reos recluidos en ese lugar”, declaró el secretario de Gobierno hace algunos años.
Pero esa historia está a punto de cambiar.
“El penal del Topo Chico será cerrado y habrá un proceso de que la gente vaya, conozca la historia, y no la volvamos a repetir”, declaró Jaime Rodríguez Calderón ‘El Bronco’, gobernador de la entidad.
Como el proyecto del parque y el Archivo General del Estado ya son una realidad, los periodistas en El Norte —el primo de sombrero de Reforma— consiguieron unas imágenes exclusivas de lo que sucedería, en un día soleado, en el terreno que antes era uno de los penales más violentos del país.
Con todo y jacacarandas, carriolas y señores fit, la verdad es que el lugar tiene bastante estilo. ¿Cómo lo ven?
