Ya ni siquiera se puede hablar de “fuga”. Lo que ocurrió en el penal de Aguaruto, Sinaloa, fue una descarada liberación de reos, cortesía de los custodios del centro de detención.
Dos reos de alta peligrosidad se dieron a la fuga el pasado fin de semana del penal de Aguaruto, gracias a que consiguieron uniformes de los custodios. Así se dio a conocer por parte de las autoridades en Sinaloa… y, ok, “igual y con los uniformes lograron marear a la vigilancia del penal”, podrían haber pensado varios. Pero ahora se dan a conocer las imágenes de la ”fuga”… y cuál: las imágenes evidencian que más coludidas no podrían haber estado las autoridades del reclusorio.
En Punto: Captan en video la fuga de dos reos de alta peligrosidad del Penal de Aguaruto en Sinaloa; fueron ayudados por presuntos custodios. #EnPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/I7WY5H5u6Q
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 27 de julio de 2018
Al ritmo de “pase por aquí, señor criminal”, los custodios del penal de Aguaruto ofrecieron todas las facilidades para que los reos identificados como Carlos Jesús Salmón El Macaco, presunto jefe de sicarios de Los Beltrán Leyva y Julián Grimaldi, presunto operador financiero del Cártel del Pacífico, salieran por la puerta grande.
En las imágenes presentadas en el noticiero En Punto de Denise Maerker, se muestra todo el descarado proceso de liberación: desde cómo los reos reciben de mano de uno de los custodios los uniformes, hasta cuando – ya afuera del penal de Aguaruto – abordan vehículos que ya los esperaban, para después huir muy tranquilamente con rumbo a Culiacán, Sinaloa.
El video obtenido de las cámaras de seguridad del penal ofrece escenas de vergüenza (si es que tienen) antológica para las autoridades:
Reos con sus teléfonos en mano, cuando se supone que esos aparatos están prohibidos en cualquier centro de detención… pero eso es lo más leve.
El chalan, digo, custodio entregando la ropa directamente de la tintorería…
Foto pa’l feis
Polveándose la nariz…
Una pistola, para comenzar a chambear de inmediato
Ya sólo faltaba que el sistema tuviera registradas las huellas digitales de los reos. Pero no. El poli fue el encargado de abrir los filtros con su huella digital. Bueno, para algo debería servir…
Después de esto pasaron por una puerta “resguardada” por un velador. Luego por la comandancia del penal, el área de registro de visitantes y un último filtro interno, donde un custodio no metió ni las manitas. Así, el par de reos llegó hasta la puerta principal del penal. Desde entonces, se desconoce su paradero.