Jorge Ramos, periodista de Univisión, entrevistó a dos de los reporteros encargados de la investigación sobre el presunto plagio del presidente Enrique Peña Nieto en su tesis de licenciatura. En el diálogo los periodistas del equipo de Carmen Aristegui negaron que el trabajo sea producto de “revanchismo”.
Rafael Cabrera y Juan Omar Fierro afirmaron que el reportaje se hizo con base en la denuncia de varios académicos que se acercaron a ellos con un análisis donde encontraban esta “serie de plagios”. En lugar de aceptar el trabajo que les entregaron los especialistas, replicaron el ejercicio con “rigor periodístico”.
Consiguieron una copia de la tesis de Peña Nieto —que tomaron de la UNAM—y todos los libros que los estudiosos les señalaron como fuentes del plagio. Al comparar, se dieron cuenta de que la afirmación de los académicos era cierta y decidieron entrarle al tema por la relevancia del personaje.
“Un abogado termina plagiando la tesis con la que se recibe”, señalan los reporteros además de confirmar que los errores no se pueden atribuir a la imprenta o a los formatos para citar, ya que de plano no se le da crédito al expresidente Miguel de la Madrid ni el doctor Víctor López Villafaña, quienes ni siquiera aparecen en la bibliografía del trabajo.
Según los reporteros, la posición oficial trata de descalificar su trabajo diciendo que se trata de una “revancha”, ya que algunos de los periodistas involucrados en esta investigación también participaron en el reportaje de la Casa Blanca, aunque no han podido descalificar el trabajo periodístico de otra forma y salir a decir “que el plagio no existió”.
Apenas el pasado 28 de agosto la Universidad Panamericana comunicó —después que un grupo de expertos de la institución revisaran la tesis de EPN— que el presunto plagio del presidente se trataba de un “acto consumado” y que su reglamento no era aplicable para exalumnos. POR LO QUE ERA IMPOSIBLE PROCEDER.
¿Creen que con esta deliberación de la universidad se dé por cerrado el caso?