Ya pasó más de un mes desde que el otrora senador priista Raúl Cervantes fuera nombrado titular de la Procuraduría General de la República. El doctor en derecho asumió el cargo, en sustitución de Arely Gómez, envuelto en varias polémicas y acusaciones serias, pero aun así fue ratificado por la Cámara de Senadores. Para varios especialistas, su nombramiento es una jugada del presidente Enrique Peña Nieto para cubrirse la espalda una vez que su sexenio termine.

La relación entre ambos políticos es cercana, a tal punto que  Cervantes es considerado “el hombre clave de Peña Nieto” y en las redes sociales ha sido bautizado como el #FiscalCarnal. Durante la campaña electoral de 2012, el flamante procurador jugó un papel importante en la defensa jurídica del entonces candidato presidencial en el caso Monex. De acuerdo con el periodista Jenaro Villamil, Cervantes Andrade fue el encargado de entregar la documentación y argumentación jurídica del equipo de Peña Nieto a la PGR, rechazando que hubieran incurrido en la compra de votos y la triangulación ilegal de dinero.

En 2015, apoyado por EPN, Raúl Cervantes buscó llegar a la Suprema Corte de Justicia, aunque una argucia legaloide le impidió ser ministro: había ocupado un cargo público un año previo al día de su nombramiento. De acuerdo con la periodista del semanario Proceso y autora del libro La verdadera noche de Iguala, Anabel Hernández, Cervantes Andrade fue nombrado como procurador debido a que en Los Pinos “no sólo quieren que limpie el desastre durante los últimos años del mandato de Peña” sino que también ven a futuro.

Según la reportera, con la transformación de procuraduría en fiscalía, se pretende que que el nuevo titular de la PGR se convierta en el nuevo fiscal —cuya intención ha reconocido— sin importar el candidato o el partido que gane el proceso electoral de 2018 y permanecer en el cargo durante nueve años, convirtiéndose así en “garante de la impunidad”, indica el portal Aristegui Noticias.

Ahora, en una decisión inesperada, el presidente Peña Nieto propuso al Congreso de la Unión modificar la reforma constitucional del 10 de febrero de 2014 para evitar que el último titular de la PGR se convierta en el primer Fiscal General de México… de manera automática. EPN se desmarcó de la determinación original y terminó echándole la bolita a las iniciativas del Senado, de acuerdo con El Universal.

De ser aprobada la iniciativa del mandatario, “no existiría pase automático de último procurador a primer fiscal” y la decisión del nuevo nombramiento recaería en la Cámara de Senadores, quienes tendrían que iniciar un procedimiento para designar al nuevo Fiscal General de la República.

Entonces, ¿cómo se elegiría al nuevo fiscal en caso de que se aprobara la iniciativa?

  • El Senado tendría que presentar una lista de posibles candidatos a ocupar el puesto.
  • El representante del Poder Ejecutivo le regresaría a la Cámara de Senadores una terna final.
  • La Cámara Alta elegiría al primer Fiscal General de la República de entre esos tres candidatos.

FOTOS: NOTIMEX, GETTY IMAGES

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios