Luego de felicitar a los legisladores por la chambota que se aventaron con la aprobación de la Reforma Laboral, el próximo presidente, Enrique Peña Nieto ya les tiene otro encargo a los diputados y senadores de su partido.
Faltan pocos días para que EPN tome protesta como líder del Ejecutivo, pero ya anda viendo cómo le va a hacer para que la gente no piense que nomás cobra por estar sentado y tirando rostro. Por ello ya anda maquilando cambios “radicales” en la forma de distribuir responsabilidades nacionales.
Para empezar, ha mandado a los legisladores del PRI una serie de iniciativas, cuyos fines son implementar reformas en materia administrativa y anticorrupción. Lo más sobresaliente de sus propuestas es reducir de 18 a 16 las secretarías de Estado, es decir, le piensa “dar cuello” a la Secretaría de Seguridad Pública y la de la Función Pública y crear la Comisión Nacional Anticorrupción.
¿Y entonces quién se hará cargo de la seguridad pública?
Pues quién más, sino la Secretaría de Gobernación, la cual seguramente estará encabezada -como es costumbre- por un hombre de la entera confianza del Gel-boy… vayan haciendo sus apuestas. Por otra parte la Segob también se encargará de la administración de los penales federales.
En lo que respecta a la Comisión Nacional Anticorrupción, éste será un órgano “imparcial y profesional” encargada de indagar posibles ilícitos cometidos por funcionarios públicos o particulares y podrá atraer casos de corrupción estatales y municipales.
Si funciona como debe, seguro este último órgano tendrá chamba a montones… a ver si luego no es necesaria la creación de una comisión para evitar “arreglos bajo la mesa” dentro de una institución anticorrupción.