A casi un mes de los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, el presidente de México, Enrique Peña Nieto por fin sentenció la violencia que se vive en el estado que hace poco gobernaba el perredista Ángel Aguirre… sólo que no lo hizo en referencia a los ataques que recibieron los estudiantes de Ayotzinapa a manos de policías locales y un grupo criminal, sino a las protestas que exigen la aparición de los normalistas.
Analítico como suele ser, EPN señaló que es incongruente que la gente se ponga violenta si lo que quiere es justicia… pues si las cosas se piden por las buenas, así se trabaja con más calmita. Obviamente, esto en clara referencia a las diferentes protestas que se han dado en varias regiones de Guerrero, las cuales han terminado en incendios y edificios oficiales destruidos.
¿Están indignados? Pues también el Ejecutivo, pero no lo ven echando grito ni marchando con antorchas en mano… bien ecuánime y hablando de él en tercera persona, señaló:
“Debemos rechazar actitudes violentas que atentan contra derechos de terceros como las ocurridas ayer (…) El Presidente de la República hace suyo este sentimiento de indignación, de rechazo y de consternación que ha provocado la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa”.
Lo anterior lo señaló Peña en el marco de la celebración del Día del Médico, donde reiteró que su administración le echa ganas para localizar a los estudiantes de Ayotzinapa y recaiga todo el peso de la ley contra quien resulte responsable.
“Les acompaño a todos que han tenido estas expresiones de solidaridad, especialmente para con los padres de familia (de los desaparecidos)…Todos los días estoy al frente de saber, indagar y apurar los esfuerzos”.
Aunque ya hay varios detenidos, fosas clandestinas halladas, gobernadores con permisos y pareja matrimonial acusada y aún así nada de información respecto al paradero de los jóvenes desaparecidos, el presidente dijo estar confiado en que muy pronto la Procuraduría General de la República ofrezca resultados.
Pues a ver si es cierto.