Como ninguno de sus funcionarios sabía cómo era que “misteriosamente” desaparecía tanto combustible y, aun después de saberlo, se hizo (aunque no mucho) para detener tanta ordeña, parece justo no echarle la culpa a la paraestatal de cualquier daño al medio ambiente producto de las tomas clandestinas, ¿no?

Pues aunque no: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que Petróleos Mexicanos (Pemex), no está obligado a reparar los daños provocados por los derrames de combustibles que ocurran en las tomas clandestinas, esto conforme al artículo 15 de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo petrolero, el cual señala que Pemex “no será responsable de los que resulten de actos ilícitos, caso fortuito o fuerza mayor”.

Con la revalidación de la ley, los de la Corte echaron abajo la orden que un tribunal colegiado había dado a Pemex para resarcir daños provocados por el accionar de los huachicoleros, esto en favor de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En el caso en cuestión (del cual no se detalló lugar y fecha), la mayoría de los ministros consideraron que la paraestatal no tuvo responsabilidad “objetiva y solidaria”, así que no tiene por qué reparar daños provocados por terceros. Además, Pemex señaló que la póliza cubrió los daños de los derrames de combustible.

De acuerdo con La Jornada, la SCJN ha atraído casos como el anterior, para determinar si la empresa del Estado puede ser considerada responsable de los batidillos que dejan los huachicoleros, que llevan años chambeando, pero últimamente se han puesto más de moda.

Aunque la resolución de la Corte podría tomarse como precedente para que en futuros casos se exima a Pemex de lo que pueda suceder en el ecosistema nacional, una fuente de la Corte citada por  Reforma aclara que la paraestatal resarcirá daños cuando “se pruebe que existió negligencia de su parte”.

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