Esto es lo que los medios han reportado en torno a Pemex en los últimos días:
CNN México publica los resultados de la consulta energética que hace días realizara el PRD. Según ésta, el 83.52% de los mexicanos está en contra de que se modifique la constitución para permitir inversión privada en la industrial petrolera. Esto contrasta con la encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, según la cual, el 56% de los mexicanos está en favor de la reforma energética. Aunque ambas encuestas estén equivocadas, sí señalan algo interesante: la que contempla la inversión privada no es la única reforma energética propuesta, y tratarlas como equivalentes permite arrojar resultados muy distintos según convenga al discurso en turno.
La Jornada informa que, según Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, de permitirse una reforma fiscal sin inversión extranjera, el monto que Pémex destina en exploración y producción pasaría de 24 mil millones de dólares a 37 mil millones anuales, pero no podría ni rozar los 60 mil millones necesarios anualmente para lograr desarrollar “de manera masiva el potencial del país.” Por este motivo, se manifestó a favor de la inversión privada. Cabe destacar que los datos que presentó son los proyectados por el propio Gobierno Federal.
El Economista resume las modificaciones estructurales a Pemex previstas en la reforma hacendaria que acompañarían a la inversión privada y el comparto de utilidades. Según la explica el Presidente:
“Debido a la importancia que tiene Pemex en las finanzas públicas y para garantizar un tránsito gradual hacia este nuevo régimen, la propuesta incluye una disposición transitoria para que, en los primeros años de la aplicación de esta Ley, el monto del dividendo tenga que ser calculado con el objetivo de no generar un desequilibrio en las finanzas públicas. Gradualmente, será posible que Pemex conserve un porcentaje mayor de su rendimiento neto.”
Así mismo, la reforma hacendaria facilitaría la relación entre Pemex y la Secretaria de Energía, permitiendo el flujo directo de capital de una a otra. Esta sí parece ser una buena noticia sobre el destrabe burocrático y económico de Pemex, así como un paso a la unificación de la administración de la energía del país.
Según el Universal, el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, Carlos Cárdenas Guzmán, afirma que el crecimiento económico de 1.4% proyectado para 2014 es insuficiente para costear el cambio estructural que la reforma fiscal contempla para Pemex.
“Hay que ver con cuidado todo, porque socialmente está muy bien, pero hay ver cómo se va a financiar todo esto” , subrayó.
Esto hace preguntarnos seriamente de dónde saldrá el dinero para arrancar de inmediato con la reforma energética de EPN.
El Universal reporta la información proporcionada por Carlos Morales, director de Exploración y producción de Pemex, a su salida de la reunión con legisladores perredistas para discutir puntos de vista de la reforma. Según él, las pérdidas diarias de Pemex por carecer de la tecnología necesaria para la exploración de aguas profundas asciende a 100 millones de dólares, es decir, un millón de barriles por día.
Según el Financial Times, el analista y consultor sobre industria del petróleo de Wood Mackenzie, Pablo Medina, predice que de aplicarse la reforma energética de EPN, podría ser hasta dentro de un año que las oportunidades rindiesen frutos para las empresas extranjeras, en el caso más arriesgado y contemplando poca resistencia por parte de la oposición, lo que está descartado desde las manifestaciones de AMLO y Cárdenas.
“El diablo está en los detalles” dijo.
The American Thinker publica un artículo de análisis en el que se extrañan de la existencia de un monopolio legal estatal del petróleo. Se inclinan definitivamente por la inversión privada y advierten que, de no llevarse a cabo “México será un importador de petróleo en 2020.” A sí mismo, compara el número de refinerías estadounidenses con las mexicanas, 139 contra 7. El artículo resulta realmente interesante en sentido informativo, pero tiene un fuerte error: de la necesidad de una reforma infiere la necesidad de inversión extranjera sin argumentar.
