Ayer Trump ofreció su “State of Nation” (algo así como su informe de gobierno) y, ¡sorpresa!, dice que las cosas están de maravilla en EEUU. La verdad, predecible… pero lo interesante del asunto fue la forma en que él y la presidenta del Congreso (y líder demócrata), Nancy Pelosi, se trataron.
Hubo hostilidad de las dos partes, pero la que rio al último fue Pelosi, ya que terminó rompiendo frente al Congreso (y frente a todo el mundo) el informe que momentos antes leyó el presidente de los Estados Unidos…
.@SpeakerPelosi tears up of State of the Union speech.#SOTU #SOTU2020 pic.twitter.com/sIpi4G7KsL
— CSPAN (@cspan) February 5, 2020
Pero vamos por partes. Ayer por la noche, el presidente Donald Trump ofreció su informe de gobierno, conocido como “State of Nation”. A su arribo a la Cámara de Representantes, comenzó la gritería de parte del bando republicano: “¡cuatro años!”, “¡cuatro años!”, en referencia a las altas probabilidades de tener un segundo mandato del pelito de queso Oaxaca (sobre todo después de ver cómo se desarrolló una noche antes el cuacus de Iowa).
Envalentonado o quizás porque ya lo tenía fríamente calculado, al llegar al estrado y antes de tomar el micrófono, Trump saludó al vicepresidente Mike Pence… sin embargo, dejó con la manota estirada a la presidenta del Congreso, Nancy Pelosi.
El desaire de Trump puede ser interpretado de diversas formas: desde un descuido (seeeee, claro), hasta un “me la Pérez Prado”… quizás más esto último, dado que Pelosi ha sido de las demócratas más críticas con la administración de la Casa Blanca y que más ganas le ha echado para mandar a juicio político al presidente (el cual hoy, por cierto, tiene un día crucial).
En fin, la primera respuesta de Pelosi no se hizo esperar. En lugar de presentar a Trump ante el Congreso con todo el protocolo que amerita la ocasión, la demócrata dijo algo como “y ahora con ustedes… este güey”. Bueno, no tanto así, pero usualmente quien preside la Cámara de Representantes presenta al mandatario diciendo “Miembros del Congreso, tengo el alto privilegio y el honor de presentarles al presidente de Estados Unidos”… en lugar de eso, Pelosi simplemente dijo: “Miembros del Congreso, el presidente de Estados Unidos”.
Y de ahí, por 80 minutos Trump describió la maravilla de país en que ha convertido a Estados Unidos… que sí bien es cierto que ha tenido un gobierno “aceptable”, él se dedicó a darle un tono superlativo a cada uno de sus “logros”.
En comercio, en empleo, relaciones con China, en migración (obviamente, hablando del muro fronterizo)… en todas las áreas Trump presumió que se rifó como los grandes. Pero el momento clave, quizás, cuando habló del tema salud. “Hay algunos que quieren quitarle su acceso al cuidado de salud”, acusó, en clara referencia a los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, quienes prometen un nuevo sistema de salud, en caso de llegar a la Casa Blanca.
Tanto codazo a los demócratas fue “vengado” por Pelosi. Al terminar Trump su discurso, mientras éste recibía los aplausos del respetable, seguramente sabiendo que las cámaras que transmitieron el “State of the Nation” estaban precisamente sobre el presidente (y ella atrasito de él), la líder demócrata procedió a romper el discurso impreso que el republicano le entregó.
Ni siquiera lo hizo de manera discreta. Así, como maestra de primaria manchada que rompe la tarea mal hechota de su alumno. Como diciendo “mira lo que hago con tus fregaderas”.
Cuestionada sobre su acción, Nancy Pelosi le echó más fuego al asunto: “Por qué lo hizo”, preguntó un reportero. “Porque era lo más cortes. Era lo más cortés que podía hacer… considerando las alternativas. Fue un discurso muy sucio”.
La Casa Blanca respondió rápidamente, acusando a Pelosi de faltarle el respeto a los estadounidenses a los que Trump había elogiado durante su discurso. “Ese es su legado”.