La protesta contra el nombramiento de Pedro Salmerón como embajador de Panamá llegó al presidente y la ministra de Asuntos Exteriores de ese país, mediante una carta firmada por organizaciones, colectivas y mujeres que piden a aquel gobierno que rechace al historiador, acusado de acoso sexual.
Con el hashtag #UnAcosadorNoDebeSerEmbajador, esta carta expone las denuncias públicas hechas contra Pedro Salmerón —tanto en el ITAM como dentro de Morena— y pide el apoyo de Panamá para que, desde todas las trincheras, se ponga un alto a la “cultura” de la violencia contra las mujeres.
La carta de protesta que llegó a Panamá para que rechacen a Pedro Salmerón
“Nos dirigimos a ustedes para exponer las razones por las cuales el señor Salmerón no es apto para desempeñar tal función y no merece recibir el beneplácito de su país”.
Con estas líneas inicia una carta que menciona los sitios donde el exfuncionario del INEHRM (Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas) ha sido denunciado y el contexto en que se retoman los casos.
“El señor Salmerón ha presentado una conducta reiterada de violencia de género en contra de mujeres, tanto en las instituciones que se ha desempeñado como profesor, como dentro del partido político al que pertenece, Morena.
Acumula más de una decena de denuncias por acoso y hostigamiento sexual —algunas desde hace más de 15 años— en instancias universitarias y muchas más en la arena pública”.
El objetivo es que tanto el presidente de Panamá Laurentino Cortizo y la ministra de Asuntos Exteriores Erika Mouynes rechacen esta propuesta de la Embajada de México en aquel país.
(Por cierto, antes de enviar esta carta, las mismas organizaciones pidieron al gobierno de AMLO —junto con la SRE— retirar la postulación de Pedro Salmerón que debe ser avalada por el Senado).
AMLO dice que hay “intereses”
Sin embargo, como en el caso de Félix Salgado Macedonio, AMLO dijo que lo de Salmerón tiene intereses políticos. Es decir, que detrás de las protestas hay algo político, recomendando que las denuncias lleguen a las fiscalías para desmarcarse de cualquier grilla.
Aunque este tema trae de regreso la discusión sobre cómo los gobiernos evalúan a las personas para ocupar un cargo en el servicio público, en este caso con quienes están relacionados con denuncias por violencia de género.
