El gasolinazo trajo consigo aumentos en los precios de bienes y servicios, manifestaciones, bloqueos viales y hasta saqueos, además de actos de supuesta austeridad por parte de la clase política. Algunos se redujeron algún porcentaje ínfimo de sus percepciones salariales, otros renunciaron a sus nuevas oficinas y sus iPhone 7. Son tiempos de ‘apretarnos el cinturón’, se nos dice hasta la saciedad, ¿pero realmente nuestros políticos lo están haciendo?
En este sentido toma importancia la iniciativa #SinVotoNoHayDinero del diputado independiente de Jalisco Pedro Kumamoto. El joven legislador explica el malestar social que ha quedado expuesto en diversas protestas a lo largo del territorio nacional. El discurso incongruente que exhorta a los ciudadanos de a pie a hacer sacrificios y apretarse el cinturón, mientras que la partidocracia permanece con sus privilegios intactos. Su propuesta pretende castigar a los partidos políticos pegándoles donde más les duele: el financiamiento público.
“A partir de esta gran crisis debemos aprender que los cambios del país toman tiempo, talento, presión y paciencia“, afirma Kumamoto en su columna del diario Máspormás, para después señalar que las injusticias sociales pueden ser vencidas. Sin embargo se necesita ir más allá la simple molestia. La iniciativa, nacida después de las elecciones de junio de 2015, cuando el diputado independiente federal Manuel Clouthier y Kumamoto se reunieron para definir una ruta para mejorar a los partidos políticos, ha sido retomada y plantea lo siguiente:
- En el padrón electoral están registradas más de 85 millones de personas, lo cual se traduce en que los partidos políticos reciben los recursos completos aunque las personas no voten o voten nulo durante la elección. A través de una fórmula propuesta por Kumamoto, se podrían ahorrar hasta 2 mil 200 millones de pesos.
- La onda está así: la nueva manera de repartir los recursos se obtendría tras multiplicar 46 pesos (aquí pueden ver cómo se desmenuza la fórmula) por la cantidad de votos efectivos, en lugar de por el número de personas que tienen credencial de elector.
- El financiamiento público estaría definido por la cantidad de votos efectivos que cada organización política reciba. Esto, según Kumamoto, traería consigo un interés para ofrecer mejores propuestas y buscar que las personas acudan a emitir su sufragio.
- Durante 2016, dice el diputado independiente, el 50% de la población no salió a las urnas.. Esto no impactó la distribución de los recursos. Es decir, el descontento de la gente que no votó y los votos nulos no causaron efecto alguno.
- Pueden consultar más información sobre el proyecto en el siguiente vínculo: sinvotonohaydinero.mx