La historia de la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016, en Estados Unidos, tiene un nuevo capítulo, que no es nada favorable para Donald Trump: Paul Manafort, exjefe de campaña del magnate, se declaró culpable por conspirar en contra de su país y obstruir la justicia.
Finalmente, Manafort decidió declararse culpable y cooperar con la Fiscalía Especial, dirigida por Robert Mueller, a cambio de la reducción de cargos federales, en el caso de la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Y con este acuerdo, el exjefe de campaña de Trump puede evitar un nuevo juicio que agregaría más años a la condena que ya enfrenta -que va de 7 a 10 años de prisión-, al ser declarado culpable por evasión de impuestos y fraude bancario.
Estos cargos no están relacionados con el Rusiagate peeeero la Fiscalía Especial le siguió el rastro a Manafort mediante una orden que le permitió investigar cualquier delito que encontraran, mientras le echaban un ojo al equipo de Trump. Sin embargo, aún no queda claro el tipo de información podría dar Manafort.
Luego, en este caso, los fiscales siguieron el rastro de los movimientos que Manafort hizo en nombre de Viktor Yanukovych, presidente de Ucrania, y del partido de las Regiones prorruso.
Según los fiscales, Manafort dirigió una negociación a gran escala en Estados Unidos a favor de la presidencia de Ucrania, sin registrarse en el Departamento de Justicia, como se estipula la Ley Federal de Registro de Agentes Extranjeros.
El hombre de Trump fue acusado de ocultar millones de dólares en ganancias para evitar el pago de impuestos y conspirar en el lavado de dinero, mediante cuentas en el extranjero, por ejemplo, en Chipre.
Y para mala suerte de Manafort, también está acusado de actuar como agente extranjero no registrado, conspiración y por mentirle al FBI y al Departamento de Justicia.
LEER: Rusiagate: ya cayó exasesor de Trump, lo condenan a… 14 días de prisión
**Foto de portada: Getty Images.