El lastimosamente rutinario hallazgo de cadáveres en diferentes regiones del país ha dejado de ser noticia para convertirse en una sección “de cajón” en varios medios de comunicación. Esta nota seguro con el tiempo va para la suma de las muchas que ya hay de este tipo, no obstante, las características de uno de sus actores obliga a conocerla y reflexionar hasta dónde hemos llegado como sociedad.
La madrugada de ayer en Zacatecas fueron hallados los cuerpos sin vida de seis personas, todos ellos con signos de tortura, uno de ellos correspondía a un menor de sólo 13 años de edad, esto de acuerdo a la Procuraduría General de Justicia de Zacatecas.
De acuerdo a testigos, alrededor de las 2:00hrs. en los alrededores del municipio de Morelos se escucharon una serie de balazos, los cuales se presume provenían de un enfrentamiento entre bandas delincuenciales contrarias. Sin embargo, más tarde, una llamada anónima avisó sobre el descubrimiento de los 6 cuerpos sin vida, entre ellos el del menor.
Como ocurre en estos casos, la identidad del infante asesinado no fue revelada por las autoridades, pero sí se dio a conocer que éste, el pasado 4 de febrero, había sido detenido acusado de participar en 10 asesinatos, de los cuales reconoció su responsabilidad en 3… y pese a que el menor admitió su culpabilidad, fue liberado horas después…
¿Por qué?, pues precisamente por contar con sólo 13 años en el momento de convertirse en homicida, ya que la Ley de Justicia para Adolescentes sanciona a los jóvenes de 14 años en adelante.
Obviamente ahora que se dieron cuenta que no fue tan buena idea dejar en las calles a un individuo con el historial del menor, el procurador Arturo Nahle García ha propuesto que se revise la edad mínima para sancionar a los jóvenes, sobre todo a aquellos “sumamente peligrosos”, como en su momento calificó al occiso.
Quizá, de haber sido detenido, el menor no habría tenido un final como el que tuvo. Aunque por otro lado , tal vez su reclusión tampoco hubiese sido garantía de algo… la próxima liberación de “El Ponchis” se encargará tal vez de desmentirnos.