La ganadora de las elecciones presidenciales de Corea del Sur es hija del difunto dictador Park Chung-hee, quien tras un golpe de Estado derrocó a la Segunda República y estableció un régimen dictatorial hasta que fue asesinado en 1979.
La conservadora Geun-hye ganó con el 51,6% de los sufragios y durante su discurso pidió perdón por los abusos del régimen de su padre. Cabe mencionar además, que su contendiente progresista fue encarcelado durante la dictadura.
El mundo esperaba que la presidente tomara partido en terminos de política exterior, sobre lo que la presidenta aclaró que defendería la nación de amenazas exteriores (refieriéndose al conflicto con Japón sobre las islas Dokdo), y calificó de provocación el lanzamiento del satélite de Corea del Norte. Dijo, naturalmente, que las relaciones con Estados Unidos se reforzarían.
El triángulo estratégico de Asia (China-Corea del Sur-Japón) cambió de administración este año: en los tres se anuncia el resurgimiento de un nuevo nacionalismo.
Los conflictos en el Noreste de Asia han aumentado en los últimos años, Corea del Sur tiene problemas con Japón y éste con Corea del Norte y éste con todo el mundo: el secretario del Partido Comunista de China, que tiene el ejército más grande del planeta pidió que “se intensifiquen la capacidad para el combate real”, el preuspuesto militar ha aumentado a 80.423 millones de euros y el gigante asiático ha aumentado su capacidad armamentística y la preocupación de las potencias alrededor.
Shinzo Abe, recientemente elegido primer ministro de Japón, anunció que no está dispuesto a negociar los territorios en disputa con Corea del Sur, Tokio tiene el sexto mayor presupuesto militar del mundo (45.000 millones de euros).
Aunado a esto, después de que Obama anunciara su nueva estrategia de seguridad nacional (centrada en Asia pero con una reducción de los efectivos militares), aumentando además el espionaje, los robots de combate y las operaciones especiales, China anunció que tales reformas solo buscaban “cercarla e impedir su ascenso” y ve con malos ojos el reforzamiento de relaciones entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur (lugares en donde se asientan tropas norteamericanas así como en Filipinas, Vietnam, India y Myanmar, que rodean todas a China).
La historia de Corea del Norte es más triste, su lanzamiento de satélite viola las recomendaciones de la ONU que evita aislar al régimen por miedo a que se vuelva más agresivo. Corea del Norte es el gigante caprichoso y ofendido, rodeado además de enemigos y que podría dar un paso delicado para todo el mundo.
Aquí se respiran aires de Guerra Fría.
***vía El País