Hace unos días Código Spaguetti nos informó de cómo la escuela de robótica mexicana Robotix ganó el primero y segundo lugar del International Air and Space Program (IASP), concurso que organiza la NASA y AEXA, que se desarrolló en el Centro Espacial Johnson de la NASA.
Y bueno, a su regreso a México, algunos de los niños fueron entrevistados en varios programas de TV como el caso de Once Noticias donde a los integrantes de Robotix les hicieron la pregunta de cajón: “¿Ustedes qué creen que le haga falta a nuestro país para llegar a Marte?”
Tierna pregunta que hizo el conductor del programa que no esperaba el tipo de respuesta. Alberto Barrita contestó en vivo y en cadena nacional: “primero, que no me maten los políticos”. Sin darse cuenta de lo impactante de sus palabras, el niño continuó: “yo diría que todas las inversiones y todas las cosas que hagamos los ciudadanos vaya destinado a lo que es, y no a ellos, los políticos”.
Lo dicho por el niño resulta un aliciente para la ciencia en México –en el plano humano– luego de que hace unos días se dieran a conocer las penosas opiniones de Francisco Victoriano Pagoaga, subdirector de Asignación de becas Nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien calificó de “morenacos” a los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
El desprecio que siente Pagoaga por las clases más bajas del país salió a la luz cuando el directivo comentó una columna escrita por María Amparo Casar en el Excélsior:
Una declaración de esa índole, es infame y lamentable, viniendo de un funcionario público encargado de asignar fondos para el desarrollo del país.
Conacyt emitió un comunicado en el que expresa que no comparte la opinión del funcionario:
