El día de ayer quien se llevó toda la atención fue el todavía gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. Quizás si éste no hubiera anunciado su renuncia no habría pasado tan desapercibido el inicio del quinto año de administración de Enrique Peña Nieto. A ver si ahora sí no hay quinto malo. Esperemos que no.
Para sentirse apapachado, ante miles de servidores públicos EPN dio el mensaje con el que nos refrescó que fue hace cuatro años que arribó al poder. Ahí, ante quienes no tuvieron de otra que ponerle buena cara, el Ejecutivo no dejó de sostener que ve con optimismo todo lo que se le viene a México.
“Me siento optimista; algunos censuran mi optimismo (pero) sí estoy optimista de que podamos realmente arribar a la concreción de una agenda”.
Y para que todo mundo se contagie de su optimismo, el presidente pidió (otra vez) que los funcionarios le echen la mano y hablen bien, ya no sólo país sino de la administración federal. Algo así:
“A otros les he pedido que hablen bien de México, aunque no hablen bien del gobierno, pero a ustedes, que son del gobierno, les pido que hablemos de los logros que entre todos hemos construido”.
Uta… quizás vio cómo muchos le volteaban los ojos, entonces se las puso más fácil: no hablen bien de mí, pero sí de lo que he hecho: “No les pido que hablen bien del Presidente. Dejen que el juicio de la historia hable del Presidente”.
Aunque durante los más de 50 minutos que duró su discurso se aventó a hablar sobre corrupción, seguridad y economía, uno de los temas principales fue el adelantar cómo será la reformulación de la relación con los Estados Unidos. Según el preciso, la agenda será construida con base en diálogos que lleven a un beneficio para las poblaciones de ambos países.
Ya que está en el último jaloncito de su administración, el presidente adelantó que no improvisará (aunque quién sabe, por ahí puede venir una que otra sorpresa), lo que se prevé es ver cómo se afianzan sus reformas estructurales: consolidar los cambios hechos, afianzar la ruta y concretar proyectos.
“No es momento de estar descubriendo el hilo negro y de estar inventando, de estar incorporando nuevas cosas, sino de concentrarnos en esas tareas y objetivos que están trazados y por los que hemos venido trabajando”.
Ya por la nochecita, justo cuando la gente se preparaba a disfrutar del Necaxa-América, salió el presidente en cadena nacional a pedir unidad entre todos los mexicanos… ya ven que luego pasan cosas malas cuando la gente se divide (o sea, cuando le lleva la contra al Poder), como en la Revolución Mexicana, donde murió casi un millón de personas. Así que ¡aguas! “Cuando nos mantenemos unidos, logramos superar cualquier adversidad”. Bueno, así por las buenas…