El papa Francisco envió una carta a la Conferencia Episcopal de Chile reconociendo que cometió “graves equivocaciones de valoración” con relación al caso del supuesto encubrimiento de abusos sexuales por parte del obispo chileno Juan Barros.

De la misma forma pidió perdón a todo el que pudiese haber ofendido y dijo sentir “dolor y vergüenza”. Informó que se va a reunir con “representantes de las personas entrevistadas”, las cuales se identificaron como víctimas en la investigación que ordenó sobre el caso a finales de enero.

La BBC refiere que convocó a los obispos locales a una reunión en Roma para comunicarles sus conclusiones sobre la investigación de Juan Barros, quien es obispo de la ciudad de Osorno en Chile desde 2015.

¿Porqué el Papa pide perdón?

Durante su visita a Chile en enero pasado, el papa Francisco defendió al obispo Juan Barros. Declaró que no había pruebas y que todo lo que se había dicho “eran calumnias”.

“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar”, dijo el pontífice.

¿Cuál es la historia detrás del obispo Barros?

El obispo Juan Barros es señalado por encubrir abusos sexuales, aunque él lo niega.

Foto: Reuters/BBC/ Juan Barros

Desde hace años es cuestionado por sus vínculos con el sacerdote Fernando Karadima, quien es considerado, tanto por la justicia ordinaria como la eclesiástica, como responsable de abusos sexuales en contra de menores durante las décadas de 1980 y 1990.

En mayo de 2014 el Comité Contra la Tortura de la ONU escuchó en Ginebra testimonios de víctimas de abusos y potenciales torturas por parte la cúpula eclesiástica, esto antes de que se interrogara a los representantes de la Santa Sede. Y justamente fue el comité de Derechos de los Niños de la organización la que puso el foco de atención en la Iglesia en enero de ese año.

El Centro de Derechos Constitucionales -CCR-, en representación de la Red de Sobrevivientes Abusados por Sacerdotes -SNAP-, fue el que presentó uno de los informes más importantes agrupando a más de 12 mil víctimas. Fue incluido el abuso de sacerdotes en Latinoamérica, lugar en donde la Iglesia católica tiene mayor influencia.

El documento mostró ejemplos de casos atroces y evidencia de ocultamiento por parte de la Iglesia en Latinoamérica: nombró a sacerdotes y obispos implicados en la supuesta red de protección, misma por la que muchos se negaron a ayudar a las autoridades en las investigaciones.

Justo de ese informe se destapó el polémico “Caso Karadima”. 

El sacerdote Fernando Karadima es un sacerdote católico de la comuna de Providencia, en la región de Santiago de Chile. Estuvo a cargo de la parroquia El Bosque desde 1980 hasta el 2006.

Foto: ADN Radio/ Fernando Karadima

El documento de la ONU señala que a mediados de 2003 el cardenal Francisco Errázuriz, a cargo de la Iglesia chilena en ese tiempo, recibió una queja formal en contra de Karadima, misma que hizo de lado tratando de convencer a los agraviados de retirar las acusaciones. Pero cuando estos insistieron, lo que hizo el cardenal fue suspender la investigación por 3 años para luego remitirla al Vaticano.

Fue hasta el 2010 cuando algunas víctimas hicieron público el caso para poder realizar acusaciones criminales.

Sin embargo, el abogado de Karadima aseguró que las relaciones que su cliente mantuvo no fueron con menores, sino con varones mayores de 18 años y acusó a los denunciantes la intención de querer dañar su imagen. Incluso se rumoró el presunto pago a testigos para ocultar los testimonios.

Finalmente en 2011, la santa Sede emitió un dictamen canónico por el que Fernando Karadima fue apartado del sacerdocio y condenado a una vida de retiro “en oración y penitencia”. Las autoridades eclesiásticas locales pidieron perdón a los afectados.

El informe destacaba que a pesar de todo Karadima seguía siendo sacerdote y había sido visto celebrando misas en público, cosa que tiene prohibida.

El sucesor del cardenal Francisco Errázuriz -el que era encargado de la iglesia chilena-, Ricardo Ezzati, también es señalado por “no hacer nada respecto de las acusaciones durante años” y por “obstrucción a la justicia en otros casos”.

Relación de Barros con Karadima 

En marzo de 2015 el sacerdote Juan Barros fue nombrado obispo de la ciudad de Osorno en Chile. El día de su nombramiento una multitud vestida de negro lo recibió al grito de “Barros ¡fuera!”.

Uno de los denunciantes del caso Karadima, Juan Carlos Cruz, denunció que Juan Barros estaba presente cuando fue abusado por Fernando Karadima y no hizo nada. Además es señalado por otros denunciantes del mismo caso ya que fue quien recibió las primeras denuncias en contra de Karadima y simplemente las rompía.

El obispo Barros se limitó a decir:

Una cosa es haber participado de una parroquia y otra cosa muy distinta es haber sido testigo de cosas por las cuales se condenó a un sacerdote. Jamás fui testigo de eso”

Y no sólo fue acusado por las víctimas, si no por otros sacerdotes y diáconos de la ciudad de Osorno. En el momento en que fue nombrado obispo de la ciudad, al menos 30 sacerdotes enviaron una carta al nuncio apostólico, Ivo Scapolo, diciendo que se sentían confundidos e irritados por el nombramiento de Barros.

“No nos sentimos acogidos, menos comprendidos por la jerarquía de nuestra Iglesia”, aseguraban a través de la carta al representante vaticano en Chile.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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