Pues que al final no. Después de la histórica filtración de información de Panama Papers, en donde dejó en descubierto los turbios movimientos de dinero de una gran cantidad de gente relevante tanto en política, deporte, arte y celebridad, el día de ayer se había confirmado que el Primer Ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, había renunciado a su cargo. Inmediatamente la noticia dio vueltas por el mundo prevaleciendo -casi- como un símbolo de justicia.
Lamentablemente el gusto nos duró muy poco ya que la oficina del primer ministro ha desmentido dicha acusación y explican que no renuncia, simplemente se hace a un lado durante un tiempo indefinido dejando a cargo al vicepresidente, sin embargo, él seguirá sirviendo como presidente del Partido Progresista.
En realidad ya todo es confusión. A través de un correo, se envió un comunicado a diversos medios de comunicación donde aclaran que el primer ministro no renuncia, y aprovechan a detallar su importancia dentro del desarrollo de Islandia, ahora sí que… lavándose las manos y diciendo que hizo bien su chamba.
Lean a continuación:
El primer ministro de Islandia, muy orgulloso del éxito del Gobierno – Partido Progresista, sugiere al Vicepresidente hacerse cargo de la oficina del primer ministro por un tiempo no definido.
Hoy en día el primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, ha sugerido al grupo parlamentario del partido progresista que el Vicepresidente se haga cargo de la oficina del primer ministro por un tiempo indefinido. El presidente del Gobierno no ha renunciado y continuará sirviendo como presidente del Partido Progresista.
El primer ministro está muy orgulloso del éxito de las políticas de su Gobierno que han dado lugar a la resurrección de la economía de Islandia, un aumento sin precedentes del poder adquisitivo, ficha baja en inflación y una mejora general en las normas para los islandeses.
El primer ministro está especialmente orgulloso del trabajo de su Gobierno en la situación con los acreedores de los bancos islandeses fallidos. El presidente del Gobierno ha dedicado gran parte de su tiempo a la política para el reto de resolver el equilibrio dramático que Islandia se enfrentó debido a la crisis bancaria en 2008. Si los acreedores de los bancos quebrados, que eran nueve veces el tamaño de la economía, tenían permitido sus reivindicaciones y salir de Islandia con moneda extranjera, habría tenido un impacto devastador sobre la calidad de vida de los islandeses. En cambio, el primer ministro y su gobierno fueron capaces de poner sobre la mesa una solución que tendrá un impacto extraordinariamente positivo en la economía islandesa. El impacto neto positivo para la economía islandesa es más de tres millones de libras esterlinas, o un cuarto de PIB de Islandia. La posición externa neta de Islandia nunca ha sido tan buena como ahora.
Estos hechos son reconocidos por los expertos internacionales, entre ellos Lee Buchheit, asesor del Gobierno sobre la cuenta de capital liberalización y una autoridad de renombre mundial en la reconstrucción de la deuda soberana, quien dijo en una entrevista reciente que el resultado logrado en resolver las fincas de los bancos fallidos no tiene precedentes en el mundo historial financiero y que podría haberse esperado este resultado de ningún modo.
La acción del Primer Ministro refleja su deseo de no interponerse en el camino de las cuestiones importantes que aún permanecen en la agenda del Gobierno terminándose en este plazo, cuestiones como la reforma de la vivienda y la reforma del sistema financiero que va a seguir luchando por el interés de la población islandesa.
En las últimas semanas, el primer ministro y su esposa han proporcionado respuestas detalladas a las preguntas sobre los activos de su esposa. Ellos nunca han tratado de ocultar estos activos de las autoridades fiscales de Islandia y estas participaciones en Wintris han sido reportados como un activo en las declaraciones de impuestos de la esposa del primer ministro desde el 2008 y los impuestos han sido pagados en consecuencia en Islandia. No hay reglas parlamentarias en materia de divulgación. Incluso The Guardian y otros medios de comunicación que cubren la historia han confirmado que no han visto ninguna evidencia que sugiera que el primer ministro, su esposa, o Wintris participan en las actuaciones de la evasión fiscal, la evasión de impuestos, o cualquier ganancia financiera deshonesto.
Como hasta ahora, el Gobierno de Islandia continúa utilizando todas las opciones disponibles para prevenir la evasión fiscal.