Ante la falta de quórum provocada por los legisladores del PRI y, sobre todo, del PAN (es decir, no se presentaron a trabajar), el Senado cerró ayer su periodo ordinario de sesiones.
Solo 60 de los 128 senadores asistieron a trabajar el último día para sacar algunos de los temas que más nos interesan a los ciudadanos (no fuera la reforma energética, porque entonces sí se presentan el último día y la aprueban en la madrugada).
Así que se quedaron sin aprobar la reforma que hace autónoma a la Ciudad de México, además de la desvinculación del salario mínimo de multas y otros costos que se calculaban con él. También se quedó trunca la aprobación del documento para dar respuesta a los padres y estudiantes de Ayotzinapa.
El vicepresidente de la Mesa Directiva, Luis Sánchez, expresó:
«Una parte de este Senado no escucha a esta sociedad. Con estas actitudes han traicionado a quienes habitan al Distrito Federal. No se les ha exigido el derecho que están exigiendo.
Se ha traicionado a las madres y los padres de los estudiantes de Ayotzinapa»
La gota que derramó el vaso fue la falta de acuerdo en la reforma política del DF, mientras el PAN y el PRD iban juntos, el PRI se opuso.
Además se dejaron sin cabeza las fiscalías especializadas encargadas de combatir delitos electorales y de corrupción, a pesar de que ya estaban los candidatos para cada una de ellas (y aún así les dimos bono de navidad).
¿Qué trae la reforma política de la Ciudad de México?
Recordemos que esta reforma se propuso desde la pasada legislatura, y ha sido relanzada por los senadores Mario Delgado, Alejandro Encinas y Alejandra Barrales.
El propio Miguel Ángel Mancera pidió que se avalara antes de que se acabara este año (no lo logró).
Sobre lo que están peleando los senadores es si se crea o no una Asamblea Constituyente que redacte la Constitución de la Ciudad. También traen pleito por las atribuciones que deberán tener las alcaldías (que pasarán a sustituir a las delegaciones).
Así, los chilangos estuvimos a un paso de dejar de ser ciudadanos de segunda y ser como los demás ciudadanos del país (ahora tendremos que esperar hasta el siguiente año), recordemos que aquí varias decisiones aún las toma el presidente y el Congreso de la Unión, no tenemos autonomía. Aún es la Federación la que asigna nuestros titulares de la policía y la procuraduría. Además de que la Cámara de Diputados es la que asigna el monto de deuda para la ciudad.
Si la Ciudad de México se convierte en la entidad 32 esto es lo que pasaría:
- Tendríamos nuestra propia Constitución
- Nos llamaríamos oficialmente Ciudad de México (dejaríamos de ser el DF), aunque los poderes de la federación seguirán aquí.
- Nuestra Asamblea Legislativa se convertirá en un Congreso local, el cual podría enviar iniciativas al Congreso de la Unión y podría participar en la modificación de la Constitución del país (nuestra voz no contó a la hora de aprobar las reformas pasadas).
- La Ciudad decidirá sobre el monto de su techo de deuda (actualmente somos los únicos a los que la Cámara de Diputados controla su límite de deuda, rendición de informes y fiscalización de sus ejercicio, lo cual se traduce en un dinero limitado para infraestructura y demás gastos internos).
- El Ejecutivo local (nuestro Jefe de Gobierno) podrá nombrar libremente a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia (actualmente el presidente de la República debe de dar su visto bueno).
- Las delegaciones se convertirán en alcaldías, regidas por alcaldes y concejales, tendrán mayor autonomía con sus policías municipales y aportaciones federales para su desarrollo (actualmente las delegaciones no tienen dinero propio y no tienen mando sobre la policía).
- Se eliminará la facultad del Senado para remover de su cargo a nuestro Jefe de Gobierno (hasta ahora es el único representante del Ejecutivo local que puede ser removido por el Poder Legislativo Federal a pesar de haber sido elegido por la ciudadanía capitalina).
- Los diputados locales y los funcionarios de las alcaldías podrían reelegirse (esto pasará en todo el país, recordemos que se aprobó en la reforma político-electoral federal).
- La ciudad recibirá más recurso para educación, salud, programas sociales y seguridad.
Pero bueno, todo esto será aprobado hasta el próximo año (si no es que se modifica con un nuevo borrador fantasma fabricado por el PRI y el PAN como hicieron con la reforma energética).
