Sin lugar a dudas anotar un gol es el sueño de todo futbolista, incluso cuando nos echamos una cascarita en la calle o en el recreo siempre queremos meter goles, no importa si es con balón o un frutsi lleno de basura.
Pocos son los privilegiados que pueden marcar un tanto en la Primera División y más con el equipo de sus amores. Y bueno, lo que le sigue al gol es el festejo, esa manifestación de alegría que ha evolucionado y ha pasado a ser ya todo un espectáculo.
Pero no siempre sale bien…
Si no, pregúntenle a Maurides, el joven jugador del Internacional de Porto Alegre, quien en el juego de la tercera ronda de la Copa de Brasil frente al America Mineiro, marcó al minuto 89 el 3-1 final y de paso su primer gol. ¡Toda una alegría para él!
Y pues claro, decidió festejar como todo un acróbata, pero en su intento de festejar como algunos jugadores -casi siempre africanos- lo hacen, su aterrizaje no fue el mejor:
¡Ouch! Su rodilla sintió el impacto de su mal cálculo. Quizá se lo piense mejor a la próxima. Para qué tanto salto, el festejo del “avioncito” es infalible y de los mejores.
Todo por querer copiarle a Hugo Sánchez…