El rugby podría ser uno de los deportes en donde el hombre expresa de mayor manera su virilidad, aunque también, debido a su escasez de protección, es uno de los más, más ¡PELIGROSOS!
Si no lo creen, lean esto que le ocurrió a un jugador profesional. Se trata de Paul Wood, perteneciente al equipo de los Warrington Wolves de la liga británica. El rugby es un deporte sumamente popular en el Reino Unido.
Paul Wood y sus compañeros jugaron la final contra Leeds Rhinos, en dónde creen… en la cancha del Manchester United, el Old Trafford.
¿Listos para la parte fea?
En pleno partido, Wood recibió un rodillazo en un testículo, lo cual (OBVIAMENTE) le ocasionó un inmenso, enorme, gigantesco dolor, pero tuvo la fuerza necesaria para terminar el partido e inclusive hablar con la prensa.
El encuentro finalizó en favor de los Rhinos de Leeds por marcador de 26-18 y Paul Wood tuvo que ser llevado al hospital para que le removieran el testículo derecho, ya que por el fuerte impacto (lastimosamente) lo perdió.
A pesar de perder la final y a uno de “sus mejores amigos” Paul Wood no perdió el optimismo y todavía le alcanzó para hacer un chascarillo sobre su operación: “Siento que he dejado algo en el hospital”. Acá los tuits donde se expresó “cotorramente”.
Moraleja: si van a practicar rugby mínimo usen tres conchas y tres shorts o véanlo por la televisión, porque recuerden las bolas están en juego…