¿Se acuerdan del bebé recién nacido que fue rescatado hace tres semanas, en la tubería de un edificio en China? Pues la historia volvió a repetirse, sólo que ahora en la ciudad de Alicante, al oriente de España.
No sabemos si se trata de una epidemia, o de plano el mundo ya está muy mal para que una bajeza de este tipo se repita. Todo ocurrió durante la madrugada del pasado domingo, cuando unos sonidos extraños alertaron a un vecino, quien pensando que se trataba de un gato atrapado en la tubería del desagüe, llamó a los bomberos alrededor de las 2 de la mañana.
Cuál sería la sorpresa del vecino y de los cuerpos de rescate, cuando descubrieron que no era un gato, sino un bebé, el que se encontraba atrapado en el área del edificio en la que confluye el desagüe de varias viviendas. El hueco en el que se encontraba era de un metro cuadrado.
El recién nacido fue encontrado aun con el cordón umbilical y envuelto en una bolsa de plástico. Una vez liberado fue trasladado al hospital, en donde tras ser examinado se concluyó que tenía dos días de vida y un peso de 2.1 kilogramos. Presentaba un brazo fracturado y aunque se le reporta como grave, su vida no corre peligro.
De acuerdo a estimaciones de las autoridades, el pequeño estuvo cerca de 40 horas atrapado.
Tras indagar, el Ministerio del Interior detuvo a una mujer de 26 años, a quien acusan por tentativa de homicidio. De acuerdo a los investigadores, la inculpada se internó el pasado 21 de junio en el Hospital General de Alicante, donde le comentó al personal del nosocomio que había abortado.
Tras los interrogatorios de la Policía, la mujer confesó que no quería tener al bebé y que no contaba con los recursos para practicarse un aborto. Ahora esta “madre” está detenida mientras se determina si actuó sola o con ayuda de algún cómplice.
Así de mal andamos, como diría El Buki… ¿a dónde vamos a parar?