Con razón en los spots del Segundo Informe de Gobierno dicen que México “está en movimiento”… bastante lujoso.
Ya sabíamos el gastito que se aventaron con la nueva nave presidencial: muchos la criticaron, pocos la aceptaron… pero a final de cuentas terminaron por ensartarnos el lujoso transporte que usará Peña Nieto. Sin embargo, a las autoridades les gusta en encaje –y no precisamente el de prendas íntimas… bueno, quizás- y en el reporte que entregó EPN esta semana se establece que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, utilizará un Challenger 605 cuyo costeo representa 662.4 millones de pesos.
Aunque la navecita ya se pagó y “sólo” fueron 446.9 millones de pesos, falta lo del mantenimiento y el empeluchado de las vestiduras, el cual más o menos es un gasto que oscila los 215 millones de pesos… pero para que se la llevan campechana, estos se estarán pagando los próximos 20 años.
Realizada por la Unidad Especial De Transporte Aéreo del Alto Mando (UETAAM) del Ejército, la compra del avión se hizo a la empresa Bombardier y se reportó en el pasado Segundo Informe de Gobierno… movimiento contrario a lo que en 2010 había establecido la Sedena, cuando fueron balconeadas sus intenciones de hacerse de jets ejecutivos, especiales para miembros del Estado Mayor e invitados “distinguidos”.
“Encontramos la conveniencia de no materializar este proyecto, en particular porque Sedena determinó que existían otras prioridades dentro de las tareas de la propia dependencia”, señaló en su momento la Defensa Nacional, según reporta el Diario Reforma.
Pero bueno, eso fue hace cuatro años… ahora la cosa es diferente y ya que se viven tiempos de abundancia –en algunas partes, claro- el titular de la Sedena tendrá un avión para él solito… otro, mejor dicho, porque ya tiene a su disposición un Boeing 737-2B7, un helicóptero Sikorsky S-70A Black Hawk y un avión Learjet 45-XR, apenas adquirido en agosto del año pasado.
La compra del nuevo “juguete” del general Cienfuegos se justificó de la misma forma en que se ha hecho con otras adquisiciones de este tipo: los aparatos que ya se tienen son “obsoletos”, por lo que lo más “viable” es “la adquisición de un activo que reúna las características necesarias para actividades operativas y que tenga una vida útil de 20 años a partir de su adquisición”.
