Y siguen los ataques de zombis-caníbales-encuerados en Estados Unidos. Ahora, hace unos días una mujer quería comerse a su hijo… o bueno, por lo menos darle unas mordiditas.
Recordemos que esta ola de paranoia se desató a partir de la noticia de un hombre desnudo que atacó salvajemente a otro, comiéndose parte de su rostro. A partir de ahí, han venido sucediendo una serie de acontecimientos similares que han sido relacionados con el uso de la droga conocida como “sales de baño”.
Ahora, este nuevo caso al parecer también fue propiciado por el uso de esta substancia. Todo sucedió en el barrio de Munnsville, Nueva York, cuando la policía fue alertada por vecinos a cerca de una mujer que perseguía a su propio esposo, que a su vez cargaba al hijo de ambos.
Uno de los vecinos comentó que vio a la mujer corriendo desnuda afuera de su departamento, después de golpear y estrangular a su hijo. El padre logró rescatar al menor y escapar. Otro testigo relató que la mujer agredió a uno de sus perros, al que intentó estrangular usando sus piernas.
Cuando llegaron los polis, encontraron a la encuerada todavía muy alterada y presuntamente bajo la influencia de las “sales de baño”. Ella gruñía para evitar que se le acercaran y hasta quiso morder a uno de los gendarmes (como dicen los abuelitos). La señora estaba intratable, por lo que fue necesario el uso de la pistola eléctrica para tranquilizarla. Una vez esposada, fue trasladada hasta un hospital en donde finalmente falleció por un paro cardiaco.
La mujer en vida respondía al nombre de Pamela McCarthy. Aquí vemos que guapa era en vida:
Su hijo fue atendido en el hospital por heridas leves.
‘Hijoles’, ahora sí se está poniendo fea la cosa. Malditas drogas. Malditos zombis. Malditos encuerados-caníbales.