El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha estado muy presente en los medios de comunicación durante las últimas semanas, aunque no necesariamente por dar buenas noticias. Por un lado, parece que José Antonio Meade se le adelantó en la carrera por la nominación presidencial del PRI y tendrá que ver el proceso electoral del próximo año desde lejitos. Por otra parte, los niveles de inseguridad y violencia siguen creciendo en el país, razón por la que fue confrontado por los senadores durante su comparecencia del pasado 22 de noviembre.
Como si esto fuera poco, el periódico Reforma reveló que un puñado de empresas constructoras ligadas a Osorio Chong y a Jesús Murillo Karam, ambos exgobernadores de Hidalgo, habían recibido más de 2 mil 560 millones de pesos en lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
Este viernes 24 de noviembre, la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicó un reportaje que señala que Carlos Aniano Sosa Velasco, constructor de Hidalgo y dueño de dos residencias que habitó el secretario Osorio Chong, obtuvo, de forma triangulada, la ejecución de una obra de Pemex en Tula. Esta obra fue señalada en Brasil de haber sido asignada a la brasileña Odebrecht, acusada de gestar la red de sobornos extranjeros más grande de la historia, a través de un pago de 6 millones de dólares (en este enlace pueden leer toda la investigación) y sobrecostos de hasta 300% en materiales.
De acuerdo con documentos obtenidos por MCCI, Odebrecht cedió a subcontratistas toda la obra que Petróleos Mexicanos le había asignado en diciembre de 2013 para la modernización de la refinería de Tula, Hidalgo. Entre las empresas que resultaron beneficiadas, por supuesto, estuvieron dos constructoras propiedad del casero de Osorio:Grupo Constructor Tulancingo y Construcciones Sky Universal.
Sosa Velasco es dueño de dos propiedades (en Bosques de Las Lomas y en Lomas de Chapultepec) que el político priista utilizó a partir de 2011, cuando acabó su administración como gobernador de Hidalgo. Osorio Chong, entonces, se mudó a la Ciudad de México para sumarse a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, apunta la investigación de MCCI.
Para ejecutar el “acondicionamiento de sitio para el aprovechamiento de residuales de la refinería de Tula”, las empresas del casero de Osorio Chong se aliaron con Construcciones Industriales Tapia (CITAPIA). Esta compañía fue señalada por uno de los testigos del caso Odebrecht de haber sido “recomendada” por el mismísimo Emilio Lozoya Austin para obtener contratos con Pemex. De acuerdo con los documentos obtenidos por Mexicanos Contra la Corrupción, la obra fue asignada a la constructora brasileña en diciembre de 2013 a un costo de mil 666 millones de pesos.
Al final, terminó costando 66% más cara.