Lo que necesitas saber:

Acá en México, los órganos autónomos sirven como puente entre gobiernos y ciudadanía para garantizar los derechos de la gente.

Tanto en el sexenio de EPN como en el de AMLO hemos escuchado un buen de los órganos u organismos constitucionales autónomos. Primero en forma de memes y luego por su posible desaparición. Y aprovechando el contexto, por acá les vamos a contar qué son y para qué sirven.

Sobre todo a raíz de las declaraciones que AMLO ha hecho de manera insistente. Y que recién en la mañanera del 11 de diciembre puso de nueva cuenta en la mesa, al decir que enviará una iniciativa para desaparecer algunos órganos autónomos.

Foto: Cuartoscuro.

De acuerdo con AMLO, el primer paso para armar una reforma fiscal es asegurando la austeridad en el gobierno. En su lógica, una manera de hacerlo es cepillando los órganos autónomos como el INAI, la CRE, el IFT o la Cofece. Sin embargo, ¿realmente es una buena idea desaparecerlos?

¿Qué son los órganos autónomos?

Seguimos con AMLO. El presidente dice que en el gobierno hay un aparato que fue creado para tener el control de “todas las decisiones del poder público”.

Entonces, antes de irse por una reforma fiscal, su gobierno apostará por una reforma administrativa para desaparecer los organismos “supuestamente” autónomos.

Foto: Moisés Pablo-Cuartoscuro.

Además de calificarlos de “onerosos”, “que no sirven para nada y de gastos superfluos”.

Dicho esto, retrocedamos en el tiempo por allá del siglo XVIII (18), cuando el filósofo francés Charles Louis de Secondat, a.k.a el barón de Montesquieu, reflexionó sobre la importancia de la separación de los poderes del Estado para evitar el abuso de los gobiernos y la concentración absoluta del poder.

Y, recordando las clases en la escuela, sobre cómo tenía que ser esa separación en las funciones ejecutiva, legislativa y judicial —va de nuevo: para evitar la concentración del poder y los abusos de un gobierno.

Foto: Getty Images.

Con el paso de los años —los siglos— sus reflexiones fueron retomadas y sirvieron como marco para establecer los sistemas de gobierno de varios países, incluido Francia después de la Revolución y los intentos por crear una monarquía constitucional o un imperio con Napoleón.

En todo este tiempo hasta nuestros días se ha intentado perfeccionar esa separación de los poderes con los órganos u organismos autónomos constitucionales.

Son constitucionales porque su creación debe estar dentro de la Constitución y son autónomos porque no dependen de una secretaría de gobierno, cuentan con sus propias reglas, presupuestos y organización.

Aunque eso sí, forman parte del aparato de la función pública al servicio de la gente, peeeeero con autonomía de los gobiernos en turno.

¿Por qué son importantes? ¿Para qué sirven los organismos autónomos?

El objetivo de los órganos u organismos autónomos es que haya un equilibrio en el poder y frenar cualquier tipo de abusos desde el mismo gobierno.

¿Cómo lo hacen? En México, la idea es que estos organismos autónomos sean independientes de otros poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), que cuenten con su propia organización operacional, se autorregulen y hasta propongan y peleen por sus presupuestos para poder operar.

Foto: Rogelio Morales-Cuartoscuro.

Los organismos autónomos, además, sirven como un puente entre la ciudadanía y el Estado. Y en caso de que haya un conflicto, pueden ser evaluados por otras instituciones del gobierno.

El chiste es que funcionen como una especie de árbitro para que el gobierno no se pase de lanza, haya rendición de cuentas y resuelva tareas específicas que le tocan al Estado, pero sin las sombras del conflicto de interés.

Un claro ejemplo es el INE. Antes de 1990 la Secretaría de Gobernación era la encargada de organizar las elecciones presidenciales —el recuerdo más fresco lo tienen sus papás, mamás o muchos de ustedes por la polémica caída del sistema en las elecciones de 1988, que ganó… Carlos Salinas de Gortari.

Foto: Cuartoscuro.

Es decir, el mismo gobierno se encargaba de organizar las elecciones sin que hubiera un árbitro de por medio, que garantizara que no habría chanchullos o algo por el estilo.

Luego, en 1996 se reforzó el IFE o Instituto Federal Electoral y más tarde nació el INE con la misma función.

Lo que queremos explicar acá es que poco a poco se fue separando al Estado de funciones importantísimas, que debían ser coordinadas por un aparato autónomo para garantizar a la ciudadanía que sus derechos se estaban respetando.

Y así fue como nació el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales), la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica), la CRE (Comisión Reguladora de Energía) o el IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones).

Todos estos organismos han tenido tareas específicas y especializadas, aunque en la realidad haya un buen de detalles a cambiar y mejorar —no hay que olvidar, por ejemplo, el caso de los funcionarios del INAI que gastaron el dinero público en un table dance o que han existido interés por manejar a esos órganos a conveniencia.

Sin embargo, esos cambios pendientes no son la puerta para desaparecer a los organismos autónomos

Diego Valadés, jurista del Colegio Nacional, explicó que si bien hay quienes sostienen que las tareas hechas por los organismos autónomos pueden ser realizadas por las mismas dependencias o secretarías de gobierno, esta idea se trata de un lugar común, que nos lleva de regreso al pasado.

Porque justo se daría la espalda al propósito original de la creación de los órganos autónomos.

Valadés ha puesto sobre la mesa mejorar la estructura y operación de los organismos autonómos, antes de cepillarlos, con el objetivo de fortalecer a la administración pública.

En 2024 veremos mucho más discusiones sobre los organismos autónomos, si AMLO desarrolla su iniciativa y da más detalles y cómo será la respuesta ciudadana.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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