Más de dos meses después de que ocurriera el asesinato de una empleada en el Liverpool de Perisur, este martes se reportó que tanto el gerente de esta tienda, como el médico y el representante jurídico, están siendo buscados por las autoridades para arrestarlos por actuar con dolo para tratar de ocultar el crimen.
De acuerdo con el diario Milenio, el juez 28 Penal del Reclusorio Preventivo Oriente giró una orden de aprehensión contra el médico Mariano Espinosa Morales y las otras dos personas por intentar ocultar el homicidio de Angélica Trinidad Romero, informando a la familia de la joven que el deceso fue causado por un infarto al miocardio, y no por estrangulamiento, como en realidad sucedió.
Según el pliego de consignación, los tres deberán responder por el delito de encubrimiento por favorecimiento ilícito no grave, según el Código Penal para el Distrito Federal.
El médico llevado por los directivos de Liverpool, Mariano Espinosa Morales asentó en el certificado de defunción que la empleada fue víctima de un infarto al miocardio, factor decisivo en el intento de ocultar el asesinato, pues agilizó la llegada la la funeraria Grisi -también contratada por Liverpool- para inhumar el cadáver.
No obstante, los familiares de Angélica Trinidad Romero notaron que la joven tenía golpes en la cara, por lo que solicitaron la intervención de la policía. Fue hasta un mes después cuando la Procuraduría General de Justicia del Distrito Ferderal (PGJDF) pidió la ampliación de la necropsia, la cual reveló que la mujer había fallecido por asfixia debido a estrangulamiento, desechando la versión declarada oficialmente por el médico que llevó Liverpool.
Posteriormente, la PGJDF anunció el arresto de Marco Ochoa Almazán, a quien identificó como asesino y novio de la joven.