Uno de los asuntos políticos más importantes en México y que ha tenido lentos, pero contundentes, avances, es la investigación en contra del actual gobernador de Tamaulipas, el panista Francisco García Cabeza de Vaca. Esta tarde, la Fiscalía General de la República (FGR) se aventó un importante bomberazo.
El senador Ricardo Monreal confirmó que acaban de conseguir una orden de aprehensión en su contra.
De acuerdo con las versiones preliminares, los delitos que le imputan a García Cabeza de Vaca forman parte de la mismita investigación que hemos platicado desde hace varias semanas: delincuencia organizada y lavado de dinero.
Nomás por hacer un resumen de las acusaciones en contra del actual gobernador de Tamaulipas, los señalamientos principales se enfocan en las propiedades y las cuentas de banco de su familia. Sin embargo, también le han apuntado relaciones delictivas con el Cartel de Sinaloa, Los Zetas, algunos grupos de huachicoleo y por supuesto, el caso de Odebrecht.
En uno de los principales avances —previos a la orden de aprehensión que le acaban de soltar— fue el aviso estadounidense de que también lo estaban investigando de aquel lado del río Bravo.
¿No que tenía fuero?
Ahí está uno de los detalles más enredados del caso de García Cabeza de Vaca.
Actualmente, los ojos están puestos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pues ellos están decidiendo cuándo y cómo pueden proceder contra el actual gobernador de Tamaulipas.
En una complicación reciente, el ministro Juan Luis González Alcántara desechó por improcedente la controversia contra la declaración del desafuero. En respuesta, la propia FGR reclamó el asunto y pidió que los ministros le echaran una nueva checadita al asunto.
A ver en qué termina el asunto porque mientras, está enredado como la manga… y los asuntos políticos terminan por enlodarlo más.