Mientras nos distraíamos al fin de semana o la conversación mexicana estaba clavada en tlayudas y aeropuertos, el mundo recibía una de esas noticias de las que te quita el sueño. Durante estos días se ha presentado una onda de calor en ambos Polos de la Tierra que prácticamente no tiene precedentes y prendió las alarmas climáticas.
Las temperaturas, aunque siguen congeladas, son una locura que cambia por completo lo que creíamos posible.
En la Antártida, en el Polo Sur, se vieron temperaturas 40ºC más calientes de lo que se esperaban. En la Base Vostok —conocida por ser el lugar donde se ha registrado la temperatura más fría en la historia— se rompieron todos los récords de calor imaginables cuando este fin de semana alcanzaron -17º C.
Sí, sigue sonando extremadamente frío, pero es un cambio extraordinario y preocupante. Algunos lugares están cercanas al punto de congelación cuando, en estas épocas del año, cuando se terminó el verano en el Polo Sur, normalmente están a temperaturas promedio de -50º C. De hecho, en una entrevista para el Washington Post, Stefano Di Battista, un científico climático, confirmó que en jamás en la historia se habían visto temperaturas superiores al -30º C en esa región. Esta onda de calor no tiene precedentes.
Y en el Polo Norte la situación está igual de complicada.
De acuerdo con The Guardian, algunas estaciones en el Ártico también sintieron el rigor, con temperaturas 30º C mayores a lo que esperaban. Las estaciones de Noruega rompieron sus récords históricos y tanto Groenlandia y como la Tierra de Francisco José —un archipiélago helado que le pertenece a Rusia— sintieron el calorón.
¿Por qué importa el calor en los Polos?
Estos cambios climáticos en los Polos tienen razones para preocupar a los científicos y por supuesto, a todos, aunque no estemos ni remotamente del Ártico o de la Antártida.
En resumen, los científicos han explicado que —además de que estamos frente a una fuerte señal del daño humano a las condiciones planetarias—, esta onda de calor puede traer consigo muchas otras sacudidas. Por ejemplo: mientras se sigue derritiendo el hielo polar, se calentará el planeta. Al mismo tiempo, lo que hoy es hielo, sube los niveles de los océanos.