La OMS ya lleva rato señalando el acaparamiento de las vacunas que se han desarrollado contra el COVID-19 —por parte de los países más ricos del mundo— y que esta situación nos llevaría a una especie de fracaso moral, ya que las naciones más pobres tienen mayor dificultad en acceder a las vacunas. Hoy (22 de marzo), el director de la Organización Mundial de la Salud fue más allá y calificó a esta situación como “grotesca”.
Así, con este calificativo y en medio de los intentos para que el mecanismo de COVAX —la entrega de vacunas a países de escasos recursos— avance, Tedros Adhanom Thebreyesus acusó que los países ricos siguen sin escuchar el llamado de emergencia existente en otras regiones.
“The ’s poorest countries wonder whether rich countries really mean what they say when they talk about . The inequitable distribution of #COVID19 vaccines is not just a moral outrage. It’s also economically & epidemiologically self-defeating”-@DrTedros
— World Health Organization (WHO) (@WHO) March 22, 2021
Diferencia entre la vacunación en países ricos y pobres es “grotesca”: la OMS
“Tenemos los medios para evitar este fracaso, pero es sorprendente lo poco que se ha hecho para evitarlo. La brecha entre el número de vacunas administradas en los países ricos y el número de vacunas administradas a través de COVAX está creciendo y volviéndose grotesco cada día”.
Esas fueron las palabras de Tedros Adhanom Thebreyesus para recordarle al mundo que desde enero de 2021 ha advertido de un fracaso moral —de grandes dimensiones— en la distribución equitativa de las vacunas contra el COVID-19.
De acuerdo con la OMS, este fracaso se ve reflejado en el hecho de que algunos países ya están vacunado a la población joven o que tiene bajo riesgo de contagiarse de COVID-19, en vez de que esas vacunas se usen en poblaciones de riesgo en países pobres —que igual están a la espera de que COVAX les tire paro.
Tedros Adhanom Thebreyesus lo puso así: la distribución inequitativa de las vacunas es un escándalo moral y es autodestructiva de manera económica y epidemiológica.
Aquí hay que recordar otra de las recomendaciones de la OMS: que la vacunación se hiciera un poco a la par entre países pobres y ricos para avanzar en la erradicación de la pandemia.
Si sólo se lleva a cabo en una determinada zona, la contención —vía la vacuna contra el COVID-19— no serviría de mucho, ya que la pandemia seguirá activa en otras regiones, provocando un impacto en la economía a nivel global.
A pesar de las recomendaciones de la OMS, países como Estados Unidos, Canadá o la Unión Europea continúan avanzando con la promesa de que ayudarán a la distribución de las dosis en las naciones pobres.
Mientras, países como Ghana, Bolivia o Colombia tardaron poco más de un mes en adquirir la vacuna contra el COVID-19 a diferencia de Reino Unido o Estados Unidos.