De acuerdo con las tendencias actuales en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en este 2020 aproximadamente el 13% de la población mundial (casi mil millones de personas) gastarán al menos el 10% del presupuesto destinado a sus familias solo en atención médica.
Lo verdaderamente preocupante es que la mayoría de estas personas viven en países de ingresos medios bajos y estamos en medio de una pandemia por el COVID-19. Estas cifras fueron presentadas como parte del del informe Estadísticas de Salud Mundial 2020, publicadas hoy por la OMS.
Hace tres años, en 2017, la OMS estimó que más de la mitad de la población mundial (55%) no tenía acceso a servicios de saneamiento mientras que una cuarta parte, el 29%, no contaba con a agua potable.
En ese mismo año, dos de cada cinco hogares a nivel mundial (el 40%) no tenían instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en su casa. Esto resulta extremadamente peligroso en estos tiempos de coronavirus.
De acuerdo con la Subdirectora General de la OMS, Samira Asma, la pandemia de COVID-19 está resaltando la necesidad de proteger a las personas más vulnerables y los sistemas de salud más débiles.
En más del 40% de todos los países hay menos de 10 médicos por cada 10 mil habitantes. En más del 55%, hay menos de 40 enfermeras(os) y parteras por cada 10 mil personas.
#WorldHealthData 📊: In more than 40% of all countries, there are fewer than 10 medical doctors 👩🏻⚕️ per 10 000 people. Over 55% of countries have fewer than 40 nursing 🧑🏻⚕️and midwifery 👨🏻⚕️ personnel per 10 000 people.
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— World Health Organization (WHO) (@WHO) May 13, 2020
Aunque aumentó la esperanza de vida
De acuerdo con el reporte de la OMS, la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable aumentaron, aunque de manera desigual. El mayor porcentaje se registró en países de bajos ingresos, donde la esperanza de vida aumentó un 21% u 11 años entre 2000 y 2016.
Mientras que en los países con mayores ingresos el porcentaje de aumento es del 4% o 3 años en el mismo periodo de tiempo. La esperanza de vida a nivel mundial es de 72 años.
Uno de los mayores impulsos, de acuerdo con la OMS, en el caso de países bajos, fue la mejora del acceso a servicios de salud para prevenir y tratar el VIH, la malaria y la tubercurosis, así como las enfermedades tropicales que habían estado desatendidas.
Hay que agregarle además una mejor atención de la salud materna e infantil, misma que condujo a la reducción a la mitad de la mortalidad infantil entre 2000 y 2018.