A finales de 2019 se registraron los primeros casos de COVID-19 en China, y desde entonces a la fecha el virus SARS-CoV-2 se propagó a una velocidad tan impresionante, que detuvo por completo a toda la humanidad durante todo un año (y contando). En todo este tiempo hemos perdido a 1.8 millones de personas en todo el mundo y casi 86 millones se han infectado, de acuerdo con la OMS.
Este 5 de enero, pero hace exactamente un año, la Organización Mundial de la Salud alertó sobre varios pacientes con neumonía atípica y de origen desconocido. Para ser exactos fueron 44 pacientes, de los cuales hasta ese día 11 estaba gravemente enfermos y 33 estables.
De acuerdo con la alerta publicada por la organización internacional, el 31 de diciembre de 2019 la Oficina de la OMS en China fue informada de casos de neumonía detectados en la ciudad de Wuhan. Es por esto que el mercado involucrado cerró el 1º de enero de 2020 para saneamiento y desinfección ambienta.
En ese momento todos los pacientes fueron aislados y recibían tratamiento en los hospitales de Wuhan. Los síntomas que presentaban eran fiebre y algunos tenían dificultad para respirar con lesiones invasivas en ambos pulmones.
“Según las autoridades, algunos pacientes eran comerciantes o vendedores en el mercado de mariscos de Wuhan. Con base en la información preliminar del equipo de investigación chino, no se han reportado pruebas de transmisión significativa de persona a persona ni infecciones de los trabajadores de la salud”, reportó en ese entonces la OMS.
OMS no tenía mucha información
La Organización Mundial de la Salud explicó en ese momento que aún no existía suficiente información para determinar un riesgo general y que la exposición con animales podría ser la causa del virus. Afirmaron que a pesar de que en la temporada de invierno se registran neumonías, estas atípicas debían ser monitoreadas con “prudencia”.
“No se recomienda ninguna medida específica para los viajeros. En caso de síntomas que sugieran una enfermedad respiratoria durante o después del viaje, se recomienda a los viajeros que busquen atención médica y compartan el historial de viajes con su proveedor de atención médica“, se lee en el comunicado.
Pero ese sólo fue el inicio. 7 días después China hace pública la secuencia genética del virus causante del COVID-19 y el 22 de enero una misión de la OMS en este país emite una declaración afirmando que ya se demostró la transmisión entre seres humanos.
En menos de un mes la OMS declaró el brote de coronavirus como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Hasta este punto ya eran 7 mil 818 casos confirmados, la mayoría en China pero 82 en otros 18 países. Desde entonces el virus se propagó con una velocidad impresionante y nos llevó a estar en casa por varios meses, a lavarnos las manos con mucha frecuencia y a usar cubrebocas.
Y aquí seguimos pero ahora con una luz al final del tunel: las primeras vacunas contra esta nueva cepa ya se han aplicado en varios países, entre ellos México.