En un universo paralelo, el Ombudsman mexicano Raúl Plascencia ya estaría buscando la forma de nacionalizarse taiwanés… o de ser acogido por el país de su preferencia, esto debido a la perdida de nacionalidad que le representa recibir sin permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Medalla de Primer Grado del Control Yuan del Gobierno de Taiwán. Pero como estamos en este universo, donde nuestro país es marco de cientos de actos en el que se pasan por el arco del triunfo la Constitución y cuanta ley se pueda, pues no ha pasado nada, pese a que la condecoración le fue otorgada en mayo pasado en una sencilla, pero bonita ceremonia celebrada en Taipéi, donde el Control Yuan –una de las cinco ramas del gobierno taiwanés– le otorgó su medalla al titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Según consta en el artículo 37 de la Constitución, cualquier persona puede perder la ciudadanía mexicana por aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del Ejecutivo federal, cosa que hizo Plascencia… pero bueno, si bien no perderá el privilegio de llamarse nuestro paisano, sí estaría impedido para buscar la reelección en el cargo que actualmente ostenta.
En caso de que ya hayan hecho acto de memoria y detectado que EPN ha aceptado distinciones sin avisar a nadie, pues el mismo artículo que penaliza a Plascencia, excusa al presidente, así como a los senadores y diputados, y de paso también a ministros de la Suprema Corte de Justicia.
Para confirmar la denuncia, el diario Reforma menciona que en la Dirección General de Protocolo de la SRE no se recibió ninguna solicitud de permiso por parte del titular de la CNDH para hacerse querer por taiwaneses… además de no existir registro en el site de la dependencia, en el que mensualmente son publicados todos los permisos otorgados a ciudadanos en este rubro.
Aunque México no entabla relaciones diplomáticas con Taiwán y sólo se limita a adquirir los miles de productos que allá se manufacturan –entre otras relaciones comerciales–, Plascencia aceptó muy gustoso el reconocimiento de manos del presidente Ma Ying-jeou. “Él (Plascencia) entiende los derechos humanos muy bien y estuvo en nuestro país durante siete días. Tuvo la oportunidad de ver un sistema diferente. Intercambiamos muchas ideas”, expresó Yi Wen Chiang, integrante del Control Yuan, quien asistió a la asamblea de la Federación Iberoamericana del Ombudsman –presidida por Plascencia– en la Ciudad de México.
Sobre la distinción Plascencia –que ha sido bastante cuestionado en los últimos días– no rindió cuentas… ni del reconocimiento ni del viaje; fue el Control Yuan quien regó el tepache, al difundir el hecho a través de un comunicado.
