Lo que necesitas saber:
Aunque el Instituto de Transparencia le dijo al Gobierno de CDMX que no pueden reservar por años los estudios de agua contaminada de Benito Juárez, las autoridades siguen escondiéndolo.
Es una historia de nunca acabar. Aunque el Instituto de Transparencia le reclamara al Gobierno de CDMX que no podían reservar los estudios de agua contaminada de Benito Juárez hasta 2027, las autoridades chilangas siguen escondiendo lo que sucedió.
Gracias al equipo de El Sabueso sabemos que el Gobierno de la CDMX decidió, —de plano—, ignorar las solicitudes de transparencia.
Entonces, aunque están obligados a contarlo, las autoridades siguen escondiendo los estudios para saber qué contaminantes afectaron el agua de miles de personas en la Benito Juárez entre abril y mayo de 2024.
Estudios del agua de Benito Juárez siguen escondidos
Esto es un poco burocrático, pero más o menos así es la historia:
El equipo periodístico de El Sabueso solicitó los estudios que supuestamente había hecho el Gobierno de CDMX sobre el agua contaminada de Benito Juárez en mayo. Las autoridades respondieron que iban a reservarlos hasta el año 2027. Citaron que no iban a decirlo porque estos datos podían prestarse a “interpretaciones erróneas” de los ciudadanos.
Un detalle que no podemos dejar pasar es que esta decisión de opacidad se tomó en plena época electoral.
Ahora, la actualización es un poco más frustrante: el equipo de El Sabueso impugnó la decisión del Gobierno de CDMX y el Instituto de Transparencia les dio la razón considerando que “solo se pretende saber cuál fue la sustancia o substancias contaminantes, lo cual constituye información de relevancia pública y de interés general”.
Con las nuevas condiciones, las autoridades chilangas tenían 10 días para entregar la información, pero decidieron hacerse güeyes.
En un documento entregado a El Sabueso, el Gobierno de la CDMX sigue escondiendo los estudios del agua contaminada de Benito Juárez: en sus páginas solamente pusieron un link a una conferencia de prensa de Martí Batres.
Han pasado más de cuatro meses desde que comenzó a reportarse olor a gasolina e insecticida en las tomas de agua de la Benito Juárez y mientras el Gobierno espera que se olvide, las personas no tienen respuestas.
