El gobierno capitalino inició la campaña de difusión con la colocación de calcomanías con la leyenda “Ojo con el ciclista”, que se colocarán en diferentes puntos viales de la ciudad, con el fin de reducir el número de accidentes de quienes utilizan este medio de transporte, y para crear conciencia en la población, acerca de respetar los espacios creados para las bicicletas.
Esta campaña se ha visto impulsada, no solo por las quejas de los ciclistas, sino también por la trágica muerte de Monserrat Paredes, quien circulaba en Paseo de la Reforma, cuando un autobús la atropello, ya que en un movimiento sumamente ridículo, el carril para bicicletas se encuentra junto con el de los camiones.
Además de esta campaña, otras medidas como la entrega masiva de chaleco rosas, que han dado buen resultado, y la obvia reestructuración de carriles, y la creación de más ciclovías, así como el educar a la población para una mejor convivencia vial.
Si bien no se le puede achacar toda la culpa al gobierno por este y otros incidentes, es increíble que este tipo de cosas deban de pasar para que tanto ciudadanos como gobierno despierten y hagan algo para mejorar la situación.