Con la implementación de las nuevas disposiciones del “Hoy no circula”, muchas son las personas que han optado por cambiar su carcachita por un modelo más reciente… o nomás para apantallar a la chaviza. Pero lo que ahora le pasa al presidente de Uruguay es una muestra de que serle fiel a los modelos antiguos tiene su recompensa.
José Mujica, uno de los mandatarios más carismáticos en el mundo, recibió hace poco una muy jugosa oferta por su Volkswagen Fusca –que aunque viejito le ha salido bastante aguantador–, nada menos que 1 millón de dólares.
“Me sorprendió un poco todo esto y al principio dudé y no le di tanta importancia. Pero después me llegó otra propuesta y me lo tomé un poco más en serio”.
La propuesta nada indecorosa se la hizo un jeque árabe, esto mientras Mujica se encontraba en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, a donde acudió para ser parte de la cumbre del G77. Aunque próximamente el ejecutivo uruguayo dejará su cargo y pudiera pensarse que el dinero que reciba por su apantallante vochito le servirá para un retiro más que decoroso, para ovación del respetable, el dinero que obtenga iría para apoyo del Programa Plan Juntos, el cual es un proyecto gubernamental para la construcción de casas para la gente con pocos recursos.
“En todo caso, y si se concreta, todo el dinero será para el Plan Juntos o lo que sea para favorecer al Uruguay”.
El próximo 30 de noviembre se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay, en donde se definirá si Tabaré Vásquez continuará el trabajo de Mujica, con lo cual el Frente Amplio cumpliría tres periodos sucesivos en el poder. Como sea, seguro ese día veremos a Pepe llegar en su vochito azul, tal y como siempre se ha transportado durante todo el tiempo en que ha sido presidente de los uruguayos.
Ésta no es la única oferta que ha recibido Mujica por su automóvil, en septiembre pasado, durante un encuentro con representantes diplomáticos en Montevideo, Felipe Enríquez –embajador de México–, le ofreció diez camionetas doble tracción a cambio del Fusca celeste. Enríquez se declaró “como un profundo admirador de la figura del presidente Mujica, de su legado, de sus valores humanos, de su real prédica solidaria con los más necesitados, a quienes, entre otras cosas, ayuda con la mayoría de su salario de jefe de Estado”.
Según la última declaración del mandatario uruguayo, además de su vochito modelo 87 tiene otro auto del mismo año. Así que bien podría deshacerse de uno, para comenzar a darle un valor agregado al otro. ¿Cuál valor?, pues haber sido utilizado por el llamado “presidente más pobre del mundo”.
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