En declaración hecha en diciembre de 2016, el exdirector de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll, describió cómo fue que se dieron las “negociaciones” con el ya muy nombrado Emilio Lozoya. Pequeños detalles a recordar: entre ambos personajes se habrían puesto de acuerdo para beneficiar a la constructora brasileña con contratos gubernamentales… todo a cambio de un soborno de 10 millones de dólares que habría ido a parar al financiamiento de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Nada más.
La grabación en la que aparece De Meneses Weyll soltando toda la embarradora sopa permaneció en secreto y forma parte de las investigaciones realizadas por las autoridades de Brasil. Hasta ahora sólo se conocían fragmentos transcritos, pero Quinto Elemento Lab las consiguió para gozarlas a todo color, como parte de las publicaciones de la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas. Sólo bastó con que se le solicitara a De Meneses clarificar cómo fueron los planes de Odebrecht en México para que se descociera como hilo de calcetín, revelando que desde 2011 ya le habían echado el ojo a un “gran proyecto anunciado por el gobierno federal [de México]”: la nueva refinería en Hidalgo.
De Meneses señaló que comentó con Lozoya el interés que tenía en dicho proyecto, pues para ver cómo le tenían que hacer para ganarse algunos contratos y entrarle a la construcción. En una reunión realizada en el restaurante del Hotel Four Seasons, el exdirector de Pemex (en ese entonces a punto de formar parte del equipo de EPN rumbo a Los Pinos) le recomendó asociarse a un empresario local: Tapia Construcciones, de Juan Carlos Tapia. Siguiendo la recomendación de Lozoya, Tapia y Odebrech acordaron no sólo ir por el proyecto de la refinería, sino cualquier gran proyecto que se hiciera en Hidalgo.
Ya para 2012, con el proyecto de la refinería anunciado oficialmente y con proceso electoral en puerta, “Emilio Lozoya gana una posición destacada en el comité de campaña presidencial” de EPN, señala De Meneses. Y ya que desde 2009 les había echado la mano presentándoles empresarios nacionales y orientándolos con los proyectos, Lozoya no perdió la oportunidad de cobrar el favor y pedir “un reconocimiento” de 5 millones de dólares. En fin, como forma de compensarle los favores del pasado y, sobre todo, pensando como inversión a futuro (“ya que era parte del equipo de un candidato presidencial”), la constructora brasileña no dudó en ayudar para que el exdirector de Pemex quedara mejor parado ante los ojos del futuro presidente.
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“Nos reunimos en un café, en las inmediaciones de Las Lomas (…) Le dije que estaríamos dispuestos a contribuir con 4 millones de dólares para reconocer, digamos, la atención que nos había dedicado en los últimos años. Él estuvo de acuerdo, no puso ninguna objeción. Quedó de pasarme los datos de las cuentas bancarias para que le hiciéramos las transferencias. Y así fue”.
La declaración del exdirectivo de Odebrecht fue realizada en la Fiscalía General de Brasil. De Meneses habría acudido ante las autoridades voluntariamente, en compañía de sus abogados y ofreciendo información de las transas como parte de lo que se conoce como “delación premiada”. Cabe señalar que la información ofrecida por De Meneses no reduce su tiempo en prisión… a menos que se compruebe que sus aseveraciones son verdaderas. Y, por si por ahí hay alguien que diga que el susodicho sólo dijo lo que querían escuchar los fiscales, hay que remarcar que en caso de ofrecer información falsa, la condena en su contra podría ser mayor.