Por Hannia Quezada
El pasado 21 de septiembre los simpatizantes del Frente Nacional por la Familia marcharon en Guadalajara para exigirle al Congreso del Estado y al Presidente de la República que se respete el derecho a la vida desde la fecundación; asimismo, que desde la educación pública se conserve la idea única de familia entre hombre y mujer. Con consignas como “¡Mamá, papá, diseño original!”, “¡Mi mamá dijo sí y por eso estoy aquí!”, “¡Yo sí le voy, le voy a la vida!” miles de personas protestaron defendiendo a lo que llaman la familia, el matrimonio, la vida y las libertades. Demostrando, con ello, que viven separados de la realidad que se vive en el estado cada día.
Actualmente vivimos la violencia como algo de todos los días; la tasa de feminicidios y desapariciones en Jalisco ha aumentado año con año de una forma preocupante. Hasta agosto del presente año el promedio de personas que han sido denunciadas como desaparecidas subió de 8.9 a 14.5 casos. Sólo en los primeros meses del año, se tenía un registro de 2,997 casos de personas a las cuales no encuentran. De ésas, 1375 han sido localizadas con vida, 144 sin vida y mil 478 sin localizar de acuerdo con el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo. Desde 2008 hasta el día de hoy ya son más de 27 mil personas que no han vuelto a casa y con ellas miles de familia que los siguen buscando.
Todo esto es lo que verdaderamente atenta contra las familias.
En el tema de feminicidios no tenemos un mejor panorama. Según estudios que ha hecho Guadalupe Ramos (académica de la Universidad de Guadalajara), sólo en 2018 hubo 198 feminicidios; siendo uno de los años más trágicos para Jalisco. De enero a agosto de este 2019 se sumaron 154 mujeres asesinadas; a pesar de que la mayoría de los casos demostraban lo contrario, sólo se han reconocido 23 casos como feminicidio.
Es esto lo que verdaderamente atenta contra las mujeres y sus familias.
Las cifras de violencia no dejan de aumentar, Hoy en día Jalisco es un estado donde hay más de 700 mujeres desaparecidas; cada día desaparecen 7 personas y se comenten 6 casos de abuso sexual. Somos el cuarto estado con más abortos en todo el país y el quinto con más embarazos adolescentes; todo según el IIEG (Instituto de Información Estadística y Geográfica). Es esto es lo que verdaderamente atenta contra la familia, las mujeres, los niños y la vida. Sin embargo, aun con todo lo antes mencionado, existen personas que consideran que lo más grave que sucede en Jalisco son los matrimonios entre personas del mismo sexo y que se deje de criminalizar a las mujeres.
Con un discurso de intolerancia disfrazado de amor, el Frente Nacional por la Familia convocó a miles de personas a marchar para exigir imponer sus ideas; ignorando, así, las verdaderas prioridades por las que hay que preocuparnos y que hoy tienen a miles de hogares rotos en Jalisco.
Estas movilizaciones me llenan de indignación. No quiero imaginar que nuestro estado siga siendo un lugar donde no podamos entender la diversidad en la que vivimos; que en vez de proteger la pluralidad de familias, se busque imponer una misma forma para todos y todas.
Los derechos humanos no se deben negociar. Es tarea del Estado defenderlos, ampliarlos y garantizarlos. Es un error dejar que una moral compartida por un grupo de personas, como la que se defiende en esta marcha, defina el rumbo de las leyes que nos rigen a todos y de la sociedad. No es momento de dar pasos para atrás, sino todo lo contrario. Hoy más que nunca hay que luchar por la defensa de nuestros derechos.
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Hannia Quezada tapatía de 19 de años. Es estudiante de gestión pública y políticas globales en ITESO. Feminista y parte del equipo de Futuro Jalisco.
Twitter: @_hanniaq
