Hace unos meses, en septiembre de 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señaló que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (ENVIPE), daba cuenta de que, en el Estado de México, entidad por decenios gobernada por el PRI, el 90.6% de la población sentía que en cualquier momento les iba a caer “la voladora”. Es decir, se sienten muy inseguros.
Sin embargo, lo anterior le valió gorro al líder nacional del tricolor, Enrique Ochoa Reza, quien no se mordió la lengua (otra vez) para señalar los graves errores que gobiernos opositores hacen a la hora de transar administrar una entidad. Por ejemplo, de acuerdo a su numerología, en los estados en los que el PAN llega a gobernar, “en muy poco tiempo”, la inseguridad llega a incrementarse hasta en 40%… o más.
A nuestros adversarios azulillos no les gusta que hagamos comparaciones, pero se tienen que hacer. ¿Cómo le ha ido a Chihuahua con el gobernador azulillo (Javier) Corral? La inseguridad se ha duplicado. ¿Cómo le ha ido a Tamaulipas con un gobernador azulillo? ¿Y a Durango?”
Sin mencionar cómo le va en feminicidios a la entidad gobernada por Eruviel Ávila o qué onda con la mega fosa en que se ha convertido Veracruz, el hombre que evoca a “Clavillazo” hizo acto de presencia en la presentación ante la sociedad del candidato priista al gobierno de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme.
Bueno, sí se acordó de los feminicidios, pero sólo para señalar que él está a favor de la equidad de género, así que al más puro grito de “¡arriba las chivas!”, convocó a todos su fans a ponerle un alto a la violencia contra las mujeres.
