La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dirigida por el mexicano José Ángel Gurría, aceptó vigilar la transparencia en el proyecto más grande de la administración de EPN, el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México (NAICM), y en el tren México-Querétaro, que ya tuvo problemas por un supuesto favoritismo en el proceso de licitación.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la OCDE firmaron hoy un acuerdo en transparencia sobre el NAICM. La idea es evitar corrupción en el proyecto.
Pero el trato no quedó allí. Según el diario Reforma, a solicitud del titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, el acuerdo fue ampliado:
“Atentamente, me permito solicitarle a usted que este acuerdo pueda extenderse a la licitación del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, cuyas prebases se publicarán el próximo día 14 de enero”, dijo Ruiz Esparza.
“Aceptamos, vamos a trabajar en el México-Querétaro también”, respondió Gurría.
Entre los elementos que están en el acuerdo se incluyen figuras que ya son contempladas por las leyes mexicanas, como la designación de testigos sociales, pero también algunas que nunca han sido ejecutadas, como las auditorías preventivas y correctivas.
De entrada, parece ser que el acuerdo es beneficioso. Quizá un vigilante internacional sobre proyectos tan importantes como el nuevo aeropuerto y el tren rápido México-Querétaro hubiera evitado que la primera licitación de éste fuera cancelada, precisamente por sospechas de corrupción.
