La racha de suerte de Donald Trump está a punto de llegar a su fin. El presidente de Estados Unidos ha esquivado —durante más de cuatro años— cualquier represalia por sus polémicas, pero se avecinan tiempos oscuros. Sin la Casa Blanca como refugio, al magnate neoyorquino le esperan tiempos de multas, deudas y vergüenzas.
Este 20 de enero desocupará la Oficina Oval, Joe Biden ocupará la silla y Trump regresará a la vida ciudadana. Una vida ciudadana muy distinta a la que estaba acostumbrado.
Se estima que, hasta el momento, Donald Trump ha salido bien librado de un juicio de impeachment, una veintena de acusaciones de acoso sexual y cerca de 4 mil demandas. Sin embargo, después de años de raspones políticos y de su participación en los actos violentos del Capitolio, sus buenas relaciones se cuentan con los dedos de una mano.
Para este hombre estelar de la élite norteamericana el futuro no pinta nada brillante.
Al desocupar la presidencia de Estados Unidos, a Donald Trump le esperan un sinfín de deudas, multas, prohibiciones, demandas, pérdidas económicas y vergüenzas sociales. Entonces, les preparamos este recuento con las más importantes:
Nueva York le canceló sus contratos
Esta es de las dolorosas. La Gran Manzana ha sido uno de los principales orgullos de Donald Trump. Nacido en Nueva York, este magnate ha ligado su empresa, su apellido y su imagen a la icónica metrópoli estadounidense… pero ya no más.
Hace unos días, Nueva York anunció que cancelará todos sus contratos.
A partir de ahora, la compañía de Donald Trump dejará de operar la icónica pista de hielo en Central Park, el Carrusel y un campo de golf que se ubica en el Bronx. Este tamalazo —además de darle directo en el orgullo— significa una pérdida de 17 millones de dólares.
¡Adiós a su torneo de golf!
En medio de las consecuencias de las protestas violentas en el Capitolio, una curiosidad se asomaba del mundo deportivo. La Asociación de Golfistas Profesionales (PGA) anunció que cancelaría uno de sus torneos. El que se lleva a cabo en un campo propiedad de Donald Trump en New Jersey.
¿Parece equis? Pues aparentemente, es la decisión que más ha molestado al presidente de Estados Unidos.
Una periodista del New York Times reportó que el cólera de Trump por perder su torneo de golf fue “de una orden distinta de magnitud”. Una reacción esperada, claro, pues se trata de una de sus grandes pasiones personales: se tomó más de 300 días para jugarlo, en sus cuatro años de presidencia.
Se le acabaron los créditos
La riqueza personal de Donald Trump es uno de los grandes temas discutidos del magnate y no es para menos pues Forbes estima que el todavía presidente de Estados Unidos tiene un valor cercano a los 2 mil 500 millones de dólares en sus empresas.
Sin embargo, tras su derrota electoral y las polémicas que lo acompañaron, se le están acabando todas las facilidades.
El Deutsche Bank —un banco alemán en donde Trump tiene varias cuentas— anunció que dejará de hacer negocios con el polémico estadounidense. ¿La bronca? Tiene que pagar un crédito de 340 millones de dólares.
¿Trump en bancarrota?
El Financial Times estima un panorama oscuro para el futuro económico de Donald Trump. Además de la deuda con el banco alemán, tiene más de 900 millones de dólares en créditos que se tienen que pagar en los próximos cuatro años.
Además, tiene un juicio pendiente sobre sus pagos de impuestos que, si lo pierde, puede significar un pago extra de 100 millones de dólares.
Pero bueno, muchos dirán que tiene con qué… ¿o no? Gran parte de la riqueza personal de Donald Trump viene de sus hoteles y sus campos de golf, algunos de los giros empresariales más golpeados por la pandemia. En una entrevista para la revista New Yorker, un analista de Yale comentó: “La presidencia es lo único que lo alejaba de la prisión y el hospicio”.
Y espérense… también pierde la pensión
Donald Trump es el único presidente en la historia de Estados Unidos que se enfrentará a dos juicios de impeachment. El primero ya lo libró y en el segundo —iniciado a unos días de que termine su mandato– tiene en su escritorio preocupantes cargos de incitar a la insurrección.
Las implicaciones políticas son tremendas, pero si pierde, también le darían durísimo en donde más le duele: la cartera.
De acuerdo con las leyes estadounidenses, perdería su pensión de 200 mil dólares, un apoyo extra de 150 mil dólares para manejar su oficina, un millón de dólares para gastos en viajes y la protección vitalicia del Servicio Secreto. Ouch.
Le quitarán su nombre a los edificios
Letras doradas. Gigantes. Brillantes. El apellido y la marca Trump están asociadas al muchimalismo de los rascacielos en Estados Unidos, son una imagen común en las grandes urbes norteamericanas… hasta que empiecen a seguir el ejemplo de Chicago.
Neta, después de la polémica por la invasión al Capitolio y la implosión del Poder Ejecutivo estadounidense, la Trump Tower de Chicago —un edificio de 96 pisos— perderá el permiso de tener un letrero iluminado.
“Es vomitivo verlo y tenemos que mandar un mensaje”, señaló el concejal de la ciudad al anunciar la medida.
Trump también se quedó sin redes sociales
La cuenta de Donald Trump (@realDonaldTrump), la herramienta de políticas públicas y berrinches presidenciales más conocida en el planeta Tierra, no existe más. Pareciera que se terminó esa época de que Estados Unidos se gobierne a tuitazos.
Una serie de impresionantes medidas dejaron al mandatario gabacho bloqueado de prácticamente todas las redes sociales.
Twitter lo cepilló, Facebook bloqueó sus publicaciones, en Instagram ni sus luces y en YouTube le suspendieron su canal. También en Snapchat fue bloqueado. TikTok también disfrutó de un plato frío de venganza. Twitch, Reddit y Pinterest siguieron los mismos pasos.
Y para rematar…
Como si todo este despiporre no fuera suficiente, el presidente de Estados Unidos también perderá sus títulos universitarios.
La Leigh University de Pennsylvania y el Wagner College en Nueva York anunciaron que le van a retirar todos los diplomas honorarios que le habían entregado a Donald Trump. En el caso de la universidad Leigh, el título fue entregado hace más de 30 años… y aún así será cancelado.
Este 20 de enero, Donald Trump dejará la presidencia de Estados Unidos, pero seguramente ese no será el final de la historia. Nos esperan muchos meses —y muchas notas— que cuenten el ocaso de la vida política de este curioso personaje del siglo XXI.