A diferencia del presidente mexicano, el estadounidense sabe que tiene que actuar antes de que la ira contra la resolución del juicio sobre el caso Ferguson se contagie y se generalice en el país, así que lo hará personalmente y se reunirá con su gabinete, líderes de los derechos civiles, agentes del orden y más.
Y no sólo con ellos, también con jóvenes líderes de las comunidades de Miami, Nueva York y Cleveland, en donde un chico de 12 años de edad fue asesinado por portar una pistola de juguete.
También tiene contemplado visitar Ferguson, pero no esta semana, ya que el ambiente político (en su contra) no lo permite.
La Casa Blanca informó que la reunión del gabinete de Obama se centrará en la revisión de la decisión de su administración de proveer de equipo militar a las fuerzas del orden.
La reunión con los líderes jóvenes es para discutir los desafíos que plantea la «desconfianza de la población negra hacia la policía» (aunque hay que matizar que se trata de la población en general). De este modo, se discutirá cómo fortalecer los vecindarios.
Uno de los puntos más delicados de la discusión es que se había aprobado fortalecer los cuerpos policíacos locales con equipo militar (la aprobación se dio después de los ataques terroristas del 9/11), pero ahora hay críticas por la manera en que la policía (fuertemente armada) enfrentó a los manifestantes.
El presidente Obama también anunció la formación de un grupo de trabajo para mejorar a la policía local (y sí, no tuvieron que pasar 2 meses para que esto se anunciara).
El New York Times realizó una cronología increíble de todo el caso. Pueden checarla haciendo clic aquí.
