A través de una serie de directivas ejecutivas, Barack Obama ha anunciado, entre otras cosas, la prohibición de la venta de armas de asalto (AK47, AR15, IAR, M15) al público, los cargadores de alta capacidad y las balas perforadoras de blindaje. Entre las acciones se incluye la revisión universal de antecedentes criminales a todo comprador potencial.
Por más de una generación, no ha habido una acción tan contundente en el tema del control de armas como la que se anunció ayer en un evento en el Congreso de los Estados Unidos. Barack Obama, ante la presencia del vicepresidente Joe Biden y otros asistentes, firmó una legislación que promete frenar la ola de violencia armada que ha sacudido al país desde la masacre en Newtown, Connecticut.
Entre las misivas se propone la creación de leyes más fuertes que controlen el flujo de armas de grado militar a través de la frontera con México, un chequeo universal de antecedentes penales más severo y escrupuloso, y la facilitación de información entre agencias de seguridad con el fin de evitar que las armas lleguen a las manos equivocadas. Las acciones no tendrán que pasar por el Congreso de Estados Unidos.
Las acciones de Obama vienen a partir de un largo proceso de consulta con los diferentes sectores de la sociedad estadounidense para conocer los distintos puntos de vista de la población y las industrias de la nación.
Por otro lado, el poder político de organizaciones pro-armamento como la Asociación Nacional de Rifles (NRA) se ve retado por el anuncio del presidente Obama.
El mandatario aseguró que éste es el primer paso para asegurar un control de armas más eficiente que evite nuevas masacres entre la población.
“Durante los próximos días, pienso usar todo el peso de esta oficina para hacer realidad todas estas iniciativas,” comentó el mandatario. “Si hay una sola vida que puede ser salvada, tenemos la obligación de hacerlo.”
La administración presidida por Obama acepta que aún hay muchos obstáculos que superar en la carrera por controlar el flujo de armas; sin embargo, se ha asegurado que la Casa Blanca utilizará todo su poder para ofrecer una solución a esta problemática.
No obstante, a la luz de esta noticia, otros grupos creen que un control más estricto en el flujo de las armas será el punto de partida para establecer un monopolio absoluto de la fuerza bruta que ostenta el gobierno actualmente.